Esta tarde en Manos Arriba, Jon Aragón nos ha ayudado a desentrañar el contrato de alquiler: obligaciones, derechos y la importancia de una buena convivencia desde el principio
En la edición de esta tarde de Manos Arriba, hemos contado con la intervención de Jon Aragón de la Inmobiliaria Burgo Nuevo, quien ha ofrecido una guía clara y práctica sobre los derechos y deberes tanto de arrendadores como de inquilinos. Bajo el lema de que “no solo hay letras pequeñas, también hay tranquilidad cuando sabes lo que te toca”, Aragón ha defendido que la clave para un buen alquiler es la transparencia desde el primer momento y la apuesta por una convivencia pacífica y respetuosa.
Jon Aragón ha comenzado explicando que, antes de hablar de derechos, es esencial centrarse en las obligaciones. En el caso del arrendador, la primera responsabilidad es entregar una vivienda en condiciones de habitabilidad. Aunque parezca obvio, no siempre se cumple: un piso con humedades, sin calefacción o con graves desperfectos estructurales no puede considerarse apto para ser alquilado. La ley exige que el inmueble cumpla unos mínimos de salubridad y seguridad para garantizar el bienestar del inquilino.
Además, el propietario debe encargarse de las reparaciones necesarias para mantener el piso en condiciones durante el contrato, aunque con matices. No todas las reparaciones corren por su cuenta, y es aquí donde se entrelazan sus obligaciones con las del arrendatario. Por ejemplo, pequeños arreglos derivados del uso cotidiano —como cambiar una bombilla o arreglar una persiana— suelen corresponder al inquilino, mientras que cuestiones estructurales o graves deficiencias sí son responsabilidad del arrendador.
Con estos consejos y explicaciones, Jon Aragón ha puesto de manifiesto que un contrato de alquiler no debe ser una fuente de incertidumbre, sino una herramienta que, bien entendida, proporciona seguridad a ambas partes. La clave está en conocer lo que corresponde a cada uno y actuar desde el respeto y el cumplimiento de lo pactado.