Vender la cultura de una región por todas las partes es de lo más interesante. Lo que ya no queda tan bien, sobre todo en plan de imagen, es ver como en el escaparate de una tienda de León, la publicidad de los teléfonos móviles está, en este caso, en catalán. Resulta simpático, pero seguro que habrá algún/alguna radical que por no tenerlo en castellano ya no entras a comprar. Cuestión de marketing