Hablamos con Bal Ferrero, el director del Festival ‘Luna de Cortos’, que celebra su VIII la primera semana de agosto, en Riego de la Vega. En el aire desde La Barca by Juanma, en Veguellina

Riego de la Vega tiene a la vista toda una semana de cine con la celebración de la octava edición de este certamen cinematográfico leonés; un proyecto que nació en Veguellina pero que se ha trasladado a esta localidad, por segundo año consecutivo y con previsión de quedarse, porque para el impulsor del festival la “acogida” que ha tenido en este municipio es “importante”. Pero si bien la ubicación será diferente, el formato será similar a las ediciones anteriores, con sesiones al aire libre. ‘Luna de Cortos’ contará con sus secciones oficiales a concurso y otras sesiones especiales y exposiciones, que complementarán la programación. Además, debuta este año la sección ‘smart Woman’; cuyo objetivo es visibilizar el papel de la mujer en la sociedad y en el cine.

Esta octava edición ha recibido en unos dos meses de convocatoria, más de 470 cortos, de los que se han seleccionado, a concurso, 67 películas. Habrá 72 proyecciones en total, contando con los documentales de la sección ‘Premio Manuela Cabero. Cineastas comprometidos’. El director del certamen asegura que el comité de selección, compuesto por cinco personas del mundo del cine y el periodismo, ha escogido trabajos de “nivel”, aunque, añade, “seguro que han quedado buenos fuera, y es una pena”.

Ferrero añade que el festival ha ido creciendo a base de cambios y aprendizaje, “procuramos que siempre haya cosas diferentes y buenas. La principal novedad de este año es que, como no se han rodado películas de experimental por la pandemia, en lugar de dejarlo vacío hemos dedicado esa sección a ‘Smart Woman’.

El festival tiene carácter internacional, dado que siempre cuenta con un país o una ciudad invitada. En este caso será Berlín. “También tenemos producciones extranjeras, pero co-producidas por españoles…”.

El jurado está compuesto por 15 personas del ámbito de la cultura y el cine, y el festival se realiza gracias al trabajo altruista de todo un equipo y a la respuesta del municipio de Riego de la Vega, que acogió el certamen en el más duro momento, en plena pandemia.