Compartimos el estudio con cinco mujeres de diferentes edades y ámbitos, que nos hablan de la importancia del Día Internacional de la Mujer y cómo ha ido evolucionando la sociedad en todo este tiempo.

Los datos demuestran que todavía queda mucho camino por recorrer para que el 50% de la población tenga y viva con los mismos derechos que el restante. En España, la brecha salarial entre hombres y mujeres se sitúa en el 24%, según el último informe de CCOO. Los hombres ganan 5.200 euros más que las mujeres. La modalidad y tipo de contratos son algunas de las principales causas de discriminación hacia las mujeres, ya que el 75% de las trabajadoras tiene una jornada a tiempo completo, frente al 93% de los hombres. Las actividades sanitarias y de comercio, que concentran a más de dos millones de mujeres, soportan brechas de casi el 27%.

El paro afecta en León a casi 3.900 mujeres más que hombres, según el Servicio Estatal de Empleo. Hay que mencionar el llamado techo de cristal. Las mujeres solo ocupan el 34% de los puestos de dirección en España, según el informe Women in Business, y una de las causas es que el rol de cuidado se dedica, casi exclusivamente, a las mujeres.

A los micrófonos, Cruz Álvarez, jubilada y estudiante de la ULE. Le acompañan Lucía Bodega, emprendedora y responsable de Marketing de EcoPC, Ana Redondo, directora de Pastorinas, María Rodríguez, veterinaria y política por el PSOE, y María José Alonso, abogada de Amador Abogados.

Todas ellas creen que es importante conmemorar el día del 8-M, por lo que “significa, por lo que ha sido, por las mujeres que lucharon por nuestros derechos…”. Aseguran que es necesario que haya un día para “hablar y poner en cuestión algunos asuntos, como el laboral”. Consideran que es una pena “tener que conmemorar este día, porque quedan otros 364 días en el año que también tienen que ser de la mujer”. Recuerdan también que 2021 ha dejado 43 mujeres asesinadas por violencia de género en 2021, y siete menores.

Desde su experiencia, creen que la sociedad está cambiando, pero “no demasiado, falta mucho y nos tenemos que implicar todas”, apunta Cruz, enfermera orgullosa de su profesión y licenciada en Antropología. Los últimos años los ha dedicado al cuidado de su madre y ahora estudia Historia del Arte en la Universidad. Opina que en su profesión, su colectivo era mayoría mujeres. “Hemos pasado por algunas circunstancias y hemos luchado contra ello”. Anima a todas las mujeres a “reivindicarse. Cuesta mucho, se pasa mal y no te dan las gracias muchas veces, pero con eso cuentas”.

Lucía se ha criado en otro contexto social al de Cruz, pero también ve diferencias en función de dónde creces, de la profesión… Lucía se crió en un pueblo, si bien después se trasladó a Valencia y Madrid, y “se ve diferencia en la manera de pensar en un pueblo, con respecto a una ciudad”. Actualmente trabaja en Veguellina, en una empresa dedicada al mundo tecnológico, “un mundo en el que el papel de la mujer es, todavía, poco relevante. Hay una brecha y una oportunidad muy grande, porque tras el COVID es uno de los sectores con mayor recuperación”.

Ante la ley todos somos iguales, pero “la gran brecha son las medidas de conciliación”, asegura María José Alonso. “Esto pasa en todos los sectores”, y también está presente el techo de cristal. “La mayoría de puestos directivos son corbatas”, insiste. En su opinión, el inciso debe hacerse en el sistema de protección, que se “tiene que renovar a nivel práctico”.

La educación es la base de la igualdad; eso lo sabe bien Ana Redondo, que “habla de diferentes puntos de vista a nivel educativo. A nivel profesional no hay diferencia entre mujeres y hombres, de hecho la diferencia es que hay más mujeres que hombres. En cuanto a los niños, el mayor tesoro es la educación. Hay que empezar desde pequeños con programas, grupos compartidos, actividades… en las que se fomente la igualdad. Ahora también hay más padres, no solo madres, que esperan a los niños a la salida del colegio”. Así, en cuanto a las medidas en el colegio, existe una figura que vela por la igualdad, y los programas también favorecen que las chicas sientan inquietud por carreras que antes estaban supeditadas a los hombres.

María Rodríguez, como política, afirma que “es importante que echemos la vista atrás y se valore lo que se ha avanzado y a las mujeres que nos han precedido y han luchado por la igualdad, que aún queda camino por conquistar, pero también hay que celebrar la conquista que hemos hecho”. Señala que la igualdad efectiva no se ha llegado a materializar ni en el campo profesional ni en la política, y “los partidos deben reflexionar, porque son un reflejo de la sociedad. Queda un largo trecho. Hemos conquistado las listas paritarias y cremallera, y son herramientas necesarias porque, a pesar de ser el 50% de la población, no lo somos de los cargos representativos”.