La podóloga Nerea Ortega, de la Clínica de Podología León, nos da algunos consejos para preparar los pies para la primavera.

“Si caminas bien, donde te lleven”, es el dicho del que se hace eco esta profesional, que explica que “con la entrada de la primavera, con los cambios de temperaturas… tenemos que tener en cuenta que el pie sufre también un cambio. Se hincha porque aumenta la temperatura corporal”. Por eso insiste en que es importante el tipo de calzado que se lleve. Debe ser calzado que transpire, calcetines más finos, y a la hora del calzado más abierto, tener en cuenta la sujeción, la amortiguación y la transpiración”.

Otro de los principales problemas en primavera es el “aumento de la sudoración y, por lo tanto, del olor”. Para eso hay que tener en cuenta también el calzado, pero también hay productos que ayudan a controlar esa sudoración, como son los polvos de talco, o cualquier tipo de productos que se venden en los supermercado (desodorantes para los pies, etcétera). “Si no es suficiente con ello, a través de un podólogo, habrá que hacer un tratamiento más específico”, señala, incidiendo en que “en primavera también aumenta la flora bacteriana en los pies”.

También hay que tener en cuenta la hidratación de los pies. “Hay que utilizar las cremas adecuadas. Los talones no necesitan piedra pómez ni que les demos con cuchilla, porque lo único que hacemos es agravar lo que ya tenemos. Lo que hay es que hidratar adecuadamente, con una crema con urea al 10-15%, que se puede encontrar en un súper o en farmacias”. Ortega sostiene que es importante beber agua.

En cuanto al calcetín, mejor de algodón al 100%.

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