700.000 vehículos afectados en España
Los concesionarios están llamando a revisión

El caso del fraude en los motores trucados del grupo Volkswagen está provocando muchos quebraderos de cabeza a los consumidores. Si tu concesionario te llama para llevar tu vehículo a revisión ¿sabes qué debes hacer?

En septiembre de 2014 saltaba el escándalo en Estados Unidos: la empresa Volkswagen estaba vendiendo vehículos diesel equipados con un software que falseaba las emisiones nocivas de óxidos de nitrógeno a la baja.
Después supimos que el fraude se había extendido por todos los rincones del planeta, llegando a más de 11 millones de vehículos, y que los motores afectados también se habían instalado en coches del resto de marcas del grupo: Audi, Seat y Skoda.
Sobre este fraude hablamos con Mario Arnaldo, presidente de AEA (Automovilistas Europeos Asociados), quien aseguraba que la solución al problema “no se dará en cada país individualmente, sino que debe tener una solución europea ya que la empresa debe contar con el acuerdo de la Comisión Europea, que es el organismo que debería vigilar que la solución técnica que pueda ofrecer el grupo Volkswagen sea la más adecuada”.
Para Mario Arnaldo, los pasos lógicos a la hora de abordar este fraude desde el punto de vista del consumidor pasan por:

  1. Identificar a través de las webs corporativas del grupo si nuestro vehículo está afectado.
  2. Esperar la llamada a revisión, una llamada que debería hacer la DGT ya que el concesionario sólo conoce la identidad del primer comprador del coche. Si éste lo ha vendido, sólo la DGT puede localizar al actual propietario.
  3. Eliminar esa trampa instalada en el software. En este sentido, el presidente de AEA insiste en que no afecta a la seguridad del vehículo, pero sí a la emisión de óxidos de nitrógeno, muy nocivos para el medio ambiente y la salud.
  4. Una vez solucionado el problema, habría que comprobar que el coche cumple con los niveles máximos de emisiones que debía haber tenido cuando fue homologado. Si no cumple con la homologación, habría que retirar ese coche del mercado.
  5. Si existiera una merma en las prestaciones del vehículo, el grupo debería sustituirlo por otra unidad.

La explicación sobre cómo es posible que una empresa en situación de dominio en el mercado automovilístico recurra a un fraude de este tipo está, según Arnaldo, directamente relacionada con las normas de emisiones contaminantes. En el año 200, se permitían emisiones de 500 mg de óxido de nitrógeno por kilómetro. En 2014, esa cantidad se redujo a tan solo 80 mg.
La reducción de emisiones contaminantes deber realizarse a través de trabajos de I+D del sector automovilístico. En este caso, parece que el grupo Volkswagen ha decidió utilizar un atajo fraudulento.
Situaciones como esta provocan una gran desconfianza de los conductores hacia esta empresa y también hacia las demás que operan en el sector. ¿Cómo es posible que las autoridades no supieran nada? Para Mario Arnaldo la respuesta es muy sencilla, “las pruebas que se hacen para obtener la homologación se realizan en laboratorio, y normalmente sus resultados no se corresponden con la realidad; sucede con los tests de emisiones y también con la medición de consumos de combustible”.
La asociación de consumidores FACUA ha organizado una plataforma de afectados por el fraude de Volkswagen y su portavoz, Ángeles Castellano, nos advierte de que algunos clientes han empezado a recibir cartas de sus concesionarios para llevar el coche a revisión. Desde FACUA insisten en que “no se sabe aún en qué consiste la subsanación del problema ni la estrategia del grupo Volkswagen; sobre la información más importante, que es si ese arreglo va a afectar al funcionamiento del coche, sobre eso tampoco se sabe nada”.
Esta asociación de consumidores recomienda no llevar el coche a revisión hasta que no se garantice por escrito que no habrá cambios en las prestaciones del vehículo o en sus consumos. “La empresa no ha dado explicación técnica alguna, por lo que no se sabe qué intervención van a hacer al coche y al consumidor le obligan a hacer un acto de fe y creer en la veracidad de lo que dice este grupo automovilístico”.
También insisten desde FACUA en que “el Gobierno no ha hecho nada para que la empresa aclare cómo va a resolver el problema; desde FACUA creemos que el Ministerio de Industria debería supervisar este proceso”.
Y Ángeles Castellano nos deja una recomendación: si un consumidor lleva su coche a revisión, podría perder su derecho a reclamar, por lo que lo ideal sería dejar constancia por escrito previo a la revisión qué modificaciones se le van a practicar al vehículo y cuáles serán sus consecuencias, para que así los propietarios tengan un documento con el que puedan enfrentarse a problemas que pudieran surgir en el futuro tras la revisión.