Nos acompañan a los micrófonos los representantes de Valles del Esla, el director Luis Castro y el director comercial y de Marketing, Pablo Maqueda, junto con el nutricionista Emilio Blanco y el gerente de El Reloj de la Catedral, Héctor Castresana

“La carne ha formado parte de nuestra cultura y nuestra historia”, afirmó el nutricionista, que agregó que “no entiendo la discusión contra la carne. Que no intenten tergiversar la historia. Bajamos de los árboles y nos convertimos en carroñeros, porque no podíamos competir con el resto de animales. Luego nos hemos convertido en el primer depredador del planeta. El que no quiera comer carne está bien, lo que hay que comer es buena carne y con moderación, pero la carne sí”, sentenció.

El director de Valles del Esla añadió que “a poco que se sepa de fisiología se sabe que somos diferentes al resto de los homínidos, y una de sus razones es la capacidad digestiva. Comemos carne porque nuestro aparato digestivo determina que asimilamos eso de manera eficiente. Nosotros no tenemos capacidad para asimilar otros alimentos que sí la tienen otros homínidos, como el bambú”. De esta manera, quiso presentar el proyecto de Valles del Esla, muy ligado a estas tierras. Explicó que “es un proyecto que lleva desde 1996 y ha nacido con una idea social, que es recuperar el valor de la montaña de León y ponerla en un plato a través de las carnes”.

Maqueda, por su parte, recordó que la “mala fama” de la carne roja, sobre todo a raíz de un informe de la OMS, dificulta su venta. Pero “la realidad es que comemos carne. Nosotros estamos creciendo a doble dígito año tras año. Somos una carne con marca, que no hay en el mercado”.

Castresana ha apostado por Valles del Esla en su negocio de restauración, porque “me gusta saber lo que como y me gusta lo bueno, y quise apostar por algo que creía que faltaba donde yo estoy. A los pies de la Catedral hay restaurantes especializados en muchas cosas, pero ninguno en carne macerada, de calidad y de León. He intentado apostar por mi tierra, sus valores y su carne, y la gente está respondiendo a las mil maravillas”.

Entre los beneficios de la carne roja, el nutricionista Emilio Blanco habla de las proteínas de alto valor biológico, pero también grasa, vitamina B, hierro, minerales…

Por último, los invitados han querido poner en valor la carne de buey, que según Castro tiene unas “connotaciones que otras carnes no tienen. A nivel medioambiental, mencionar que gracias a los bueyes se aprovechan pastos que no se estaban aprovechando. Además, es un producto de calidad. Valles del Esla se encarga de que se cumplan todos los estándares de calidad. Asimismo, es un producto de alto valor biológico, con una proteína muy cercana a la proteína considerada ideal. Por último, es una carne con gran sabor y textura”. Pero no siempre es oro todo lo que reluce, y a veces se da ‘gato por liebre’, por eso hay que tener en cuenta, en lo que respecta a la carne de buey, que es un modelo “muy caro, por lo que si te lo ofrecen muy barato puedes pensar que no es buey”. El buey es un animal que solo se cría para producir carne de “altísima calidad, a diferencia de las vacas, que su fin es producir terneros o leche”.