Los jóvenes debaten sobre los límites horarios y también sobre la imagen que se ha proyectado de ellos tras el fin del toque de queda, el pasado sábado

Parte de los invitados creen que el fin del toque de queda “era algo necesario. Llevamos mucho tiempo sin poder hacer vida normal. Además se nos echa la culpa de todo lo que pasa. Esto era necesario, porque si bien la salud es importante, poder descansar y salir beneficia a la salud mental”. Por la contra, en la otra cara de la moneda, están los que creen que “si no se prohíben las cosas, se van de madre. Teníamos ganas de un poco más de libertad, pero se tenía que haber hecho con más responsabilidad”.

El estado de alarma ha supuesto para los jóvenes “un alivio” y ha conllevado celebraciones que “son más bien actos puntuales, a los que se les ha dado más revuelo del necesario”. Pero hay quienes piensan que “entre salir con los amigos e ir a hacer botellones masivos… hay una gran diferencia”.

Algunos piensan que “no se puede generalizar”, y “quitar las restricciones es algo necesario”. Pero para otros, “cuando nos dan algo de libertad la gente hace lo que no tiene que hacer”.

Ambos grupos, los que están en contra y a favor, opinan que esto influirá en los datos de contagios, aunque confían en que el repunte no sea muy acusado.

En lo que respecta a las imágenes que se han visto el pasado fin de semana, los participantes agregan que “da rabia, porque los jóvenes tenemos que demostrar que también podemos ser responsables, y sin embargo, toda esa gente que ha salido contribuye a que se generalice”. También creen que esto supone un sentimiento de “rabia” entre los que han pasado la enfermedad. Insisten en que no todos los jóvenes incumplen las medidas, “pero la minoría acaba por haciendo la generalidad”.

“El lobo es un lobo para el hombre. Nadie pensó en el resto y se lió, aunque es algo justificable por la situación”. Es la reflexión de estos estudiantes.

También ponen en el foco el papel de los medios y la información que se ha dado, con respecto a los jóvenes y las medidas. “Se nos está criminalizando mucho y el virus circula, pero no hay que echar las culpas”.