Nos visita Marta Cuesta Martínez, coordinadora de Cruz Roja en León, para contarnos el balance de sus programas y actuaciones en 2022

“Si se mira hacia atrás, hacia el año pasado, veo todo el esfuerzo que se ha hecho por responder a una sociedad cambiante y llena de crisis continuas”, señala la representante del organismo, recordando la situación que se vive en Ucrania y el “acompañamiento” de la organización a todas esas personas que se han visto afectadas. “Con cada persona hacemos un trabajo ajustado a sus expectativas y necesidades. Desde Cruz Roja se ha trabajado en el tema de asesoría legal, y a las familias que no tenían ninguna red han formado parte del programa de personas refugiadas y solicitantes de asilo y protección internacional”. Cuesta asegura que “han hecho un esfuerzo por adaptarse, aunque tienen la mirada puesta en la vuelta. Después de un año de trabajo están más asentados y haciéndose a nuestra ciudad”.

La guerra de Ucrania ha afectado también al entorno más cercano. “Han habido personas que han tenido que abandonar su país, pero también hay muchas otras que no pueden hacer frente a la subida de precios que estamos viviendo. Estamos destinando fondos desde el programa Cruz Roja Reacciona, para paliar la situación de muchas familias, que no son solo personas vulnerables, sino también gente con salarios bajos que no pueden hacer frente a los gastos del mes”. Asegura que “somos una entidad muy conocida, y es fácil que cuando la gente necesita algo venga a preguntar. También hay derivados de los Servicios Sociales, pero se puede acudir a las oficinas directamente. Hay mucha gente que viene también a buscar trabajo… Es ir viendo con cada persona”, sentencia.

En lo que concierne al programa laboral de Cruz Roja, Cuesta sostiene que “es un modelo orientado a las necesidades de la persona. Trabajamos cada año con más de 500 personas para formarse, para buscar empleo… y casi la mitad, un 46%, lo han encontrado a partir de nuestros proyectos”. La coordinadora añade que no hay un perfil de personas, “trabajamos con jóvenes, mayores de 45, mujeres, inmigrantes e incluso con gente que quiere emprender. También tenemos un programa de emprendimiento que nos asesora para poner en marcha una iniciativa que nos ilusione”.

Los retos de la organización para este 2023 pasan por “los temas de salud mental a todos los niveles. Queremos trabajar aspectos de salud mental. Desde la infancia y la juventud hasta mayores, personas que viven solas…”. En lo que concierne a la soledad no deseada y la vejez, “lo que buscamos es que sea un periodo ilusionante, y que las personas puedan estar en su hogar el mayor tiempo posible”.

Para Cuesta, “los voluntarios son una parte fundamental, y nunca es suficiente”, por eso pide que aquellos que tengan interés en colaborar “se acerquen y nos lo planteen, porque hay pocos requisitos y muchas maneras de ayudar”.