El nutricionista Emilio Blanco nos habla sobre los mitos en cuanto a la conservación de los alimentos.

“En cuanto a los productos, sobre todo si se habla de platos preparados, el agua es un conductor de problemas. Hay alimentos más propicios para infecciones o intoxicaciones alimentarias. Siempre decimos que es importante hacer una buena compra, pero también el trato que damos a los alimentos”.

Blanco también pone sobre la mesa la importancia de la temperatura en la conservación de los alimentos. “Entre 5 y 60 grados es la temperatura ideal para que las bacterias nos jueguen una mala pasada. Si está por encima o por debajo de esas temperatura, es beneficioso”.

Siempre hay que esperar a que el plato esté frío para introducirlo en la nevera o en el congelador, “más que nada para preservar lo que ya está frío en el frigo”.

Un pollo de corral, por ejemplo, puede durar días, “ahora, cuando está crudo, aunque esté en el frigo, se produce cierta oxidación…”. Hecho puede durar más de dos días. Lo mismo sucede, por ejemplo, con la carne picada y las albóndigas.

El embutido puede estar más de una semana en la nevera. “En una atmósfera cero puede durar incluso meses, otra cosa es que, dependiendo del embutido, el corte… se puede secar… El embutido, si no está cortado, puede durar mucho más tiempo”.

El arroz y la pasta cocinada, para Blanco, una vez que se enfría, “ya se seca y por mucho que la calientes no sabrá igual, las propiedades cambian. Sin embargo, no concierne ningún peligro serio, más allá de una “digestión más compleja”.

La leche y cualquier tipo de bebida que tenga contenido graso… “cuanto antes se consuma, mejor”.