José Pedro Fernández, gerente del Hospital de León, nos acerca la actualidad de la sexta ola y la situación hospitalaria. Por su parte, Juan Luis Burón, gerente del Área de Salud de León y gerente de Atención Primaria, nos cuenta cómo van las vacunaciones y los test de antígenos.

Los contagios no paran de aumentar, aunque estos profesionales creen que “hemos llegado al pico”, y con ello la presión hospitalaria. En León, en cuanto a pacientes COVID, Fernández asegura que “hemos pasado una etapa complicada. La variante Delta no provocaba gran presión desde el punto de vista de ingresos, pero sí en las UCIs. Sin embargo, ha ido entrando Omicron, y ahora mismo estamos estables en la unidad de críticos. La Unidad de Cuidados Intensivos la tenemos en 21 pacientes, y lo que sí nos preocupa son la cantidad de ingresos por COVID, no todos sintomáticos, pero sí de positivos, y esto nos obliga a incorporarlos a distintas salas de pacientes que tienen prueba positiva, y tenemos que ser cuidadosos. Por eso tenemos que adaptar el hospital a la situación”.

Fernández sostiene, sin embargo, que los ingresos diarios son de unos 25 pacientes, mientras que en la primera ola eran en torno a 60. “Esto se debe a las vacunas, pero hay que mantener todas las actividades e incorporar los ingresos se hace difícil”.

El perfil de pacientes que llegan a la UCI suelen ser personas de más de 60 años, aunque también hay algún joven “no vacunado”.

En lo que respecta a la Atención Primaria, Burón señala que “la primera barrera, hace unas semanas, estuvo muy sobrecargada. Intentamos implementar medidas para descargar y hacer diagnósticos preventivos y aislamientos con los test del Palacio de Exposiciones, los de las zonas rurales… Eso ha relajado esa actividad y hemos podido tratar a los pacientes”.

Ambos profesionales afirman que “lo fundamental es la vacunación”. Ahora mismo, el proceso de vacunación a niños de 5 años ha “finalizado” y “esta misma semana empezaremos con la tercera dosis a los menores de 40 años. Ese fluir de las situaciones es lo más importante, como también lo es la empatía con el otro”.

Burón explica también que “estamos intentando que las bajas laborales de las personas que dan positivo en el Palacio, las tengan.Ya hemos empezado. La idea es rebajar y que la gente no tenga que acudir a las citaciones, teléfonos que a veces no funcionan…”. Para las altas también se utilizará el formato online.

Con respecto a los antivacunas, los representantes sanitarios aseguran que “la ciencia es la ciencia y los hechos son los hechos. Hemos visto lo que ha pasado antes y después de las vacunas. Las personas somos libres de tomar nuestras decisiones, pero quizá, para que haya surgido este tipo de grupos, a lo mejor no hemos sido capaces de llegar a ellos, de transmitir esa educación”. Añaden que en las olas en las que no había vacunas, en el hospital “estábamos con 380 personas ingresadas, las UCIs abarrotadas…” Y concluyen agregando que “la libertad de uno termina donde empieza la del otro. El respeto es fundamental en la sociedad”.

En cuanto a la vacunación infantil, “la respuesta ha sido masiva. Hemos terminado, se harán las repescas habituales, pero su comportamiento ha sido ejemplar”.

Otro de los problemas de esta crisis ha sido la falta de facultativos y profesionales sanitarios. En esta línea, los profesionales sostienen que los residentes de cuarto año nos ayudan al seguimiento de pacientes… Los médicos jubilados, cinco personas que están dispuestas y se incorporarán en los próximos días. También habrá gente que prolongará su jornada”.

Sobre la variante Ómicron, estos profesionales creen que “se ha adaptado al ser humano y creo que es difícil que le supere otro, sobre todo más letal, por lo que no esperamos una mutación importante”, advierte José Pedro Fernández.