Volvemos a Villacelama para seguir hablando de las virtudes de esta localidad, de tan solo 150 habitantes. Contamos con el presidente de la junta vecinal, Javier Pérez, el profesor y escritor Francisco Faraldo García, y Miguel Ángel Rodríguez, presidente del CB Reino de León.

El club atravesaba, hace dos años, un momento “difícil. Teníamos complicado el tema de instalaciones en León. Hablamos con Javi para traer al primer equipo nacional en aquel momento y entablamos una relación casi de amistad desde entonces”, destaca Rodríguez, que reconoce que “al ser personal el trato es mucho más fácil todo. Tratar directamente con la junta vecinal es siempre una ventaja para nosotros, porque con las instituciones todo es más lento”. El objetivo es que la colaboración continúe, y “la idea es que vengan más equipos de cantera a entrenar. Los fines de semana seguirá habiendo partidos”.

Pero Villacelama ofrece más que deporte. Para el escritor Faraldo García, gallego de origen y afincado en esta localidad leonesa, después de haber recorrido medio mundo. “Vengo a llenar lo que dicen que está vacío, que no lo está en absoluto. Está lleno de posibilidades. El también profesor de literatura aterrizó en Villacelama por una querencia personal por León. “Explorando el territorio, el paisaje y el paisanaje, me di cuenta de que aquí había un ambiente especial. No solo es el bar. Yo aspiraría a que fuera un espacio deportivo y cultural, y en eso estamos”, sentencia, agregando que “aquí hay un germen de algo importante, que es la solidaridad, y de eso hay que sacar partido en todos los ámbitos”.

Después de publicar libros de poesía, etcétera, este escritor se ha lanzado a la novela. ‘Onofre, Raymond Quenau y una mula’ es el nombre de su último trabajo, de ficción pero ambientado en la localidad leonesa de Villacelama. Y es que, zonas como esta, el medio rural, “es un bálsamo perfecto y muy sugerente” para dar rienda suelta a la creatividad. Por eso y por muchas otras razonas, Faraldo García ensalza la vida en los pueblos, porque “tiene un contraste con respecto a otras poblaciones. Esto es para mi un reto, a ver qué puedo hacer para que todo vaya mejor, cómo puedo contribuir a acabar con esa España, que no está vaciada sino que la están vaciando a marchas forzadas”.

En la línea cultural, Villacelama también ha echado los restos, de momento con la puesta en marcha de una biblioteca, compuesta por libros donados, en la que actualmente están trabajando.