Noemí Fernández Abella, responsable de la Asociación de Usuarios del Ave de León, nos cuenta el problema del transporte ferroviario que hay en esta provincia.

¿Qué ocurre con esas comunicaciones, inaccesibles para muchos usuarios que utilizan ese medio de transporte? Fernández sostiene que “o utilizas es AVE, porque es lo único que hay, con el coste que tiene, o te vas en coche”. Y es que, los trenes anteriores a la pandemia ya no existen, y cuando “ponemos quejas, la respuesta de Renfe siempre es la misma, que no hay demanda”, agrega la responsable de la Asociación. Ahora mismo no es un servicio público, de hecho la línea no está declarada como tal, así que, el precio es libre mercado. Es un negocio”.

En torno a unas 100 personas utilizan el tren habitualmente para ir y venir de León a Palencia o Valladolid, según la portavoz de este organismo. “La opción que nos ha quedado es la carretera. Compartir coche, hacer turnos, porque el gasto que se destinaba antes para estos viajes se ha multiplicado, y los bonos son incluso más caros que los viajes individuales”. Sostiene que, en su caso, compraba bonos de media distancia que salía a 9,6 el billete y duraba 10 días. La vuelta unos 13. En total unos 22, y ahora 26,4 más al día. “Ese gasto diario es imposible”.

En lo que respecta a las administraciones, Fernández señala que en León “sí nos ha escuchado. Todos muy buenas palabras, pero las PNLs no se han cumplido”. En el caso de la Junta “dijeron que iba a ser complicado llegar a un acuerdo con RENFE, pero se habló de un descuento que iba a estar disponible para octubre, pero seguimos esperando”.

“Una de las ventajas de declarar obligatoriedad de servicio público (OSP), sería poder utilizar los bonos Avant”, señala Fernández. Pero esto depende de Renfe y Adif.

La solución, según Fernández, sería un bono, “que nos bonificaran los billetes en forma de este bono, aunque tengamos que acreditar dónde trabajamos”.