El presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de León, Martín Manceñido, habla de un aumento de donaciones durante este tiempo de pandemia, sobre todo desde junio. Sin embargo, recuerda que esta labor no cesa, porque es necesario mantener las reservas

Los bancos de sangre de la provincia leonesa se mantienen estables y, curiosamente, a pesar de la situación sanitaria, los baremos de consumo son los habituales; en León en torno a 50 bolsas al día. Así lo ha puesto de manifiesto el presidente de la Federación Nacional de Donantes de Sangre y de la Hermandad de Donantes de Sangre de León, Martín Manceñido, que desde el programa ‘Manos Arriba’ ha querido trasladar el agradecimiento de la hermandad a todo el colectivo de donantes. “Un colectivo que cuando no se podía salir de casa lo hacían para donar y satisfacer estas necesidades”. Además, señala que hay otro dato positivo que demuestra la solidaridad de los ciudadanos en estos temas. Y es que, según Manceñido, desde julio hasta octubre se han obtenido 400 donaciones más que en las mismas fechas del año pasado.

El presidente cree que la Covid-19, o más bien las restricciones sanitarias que se han implantado para paliar las consecuencias de la pandemia, han tenido mucho que ver en este aumento de donaciones. Principalmente por la limitación en los desplazamientos. Además, opina que los mitos que hay sobre la donación cada vez son menos. Actualmente, la hermandad tiene mucha más presencia. Solo en León son 16.000 los donantes activos. Pero también hay que sumar la red que la hermandad mantiene en 170 pueblos, lo que aumenta la presencia en el conjunto de la sociedad. “Estamos a la cabeza en materia de donaciones de prácticamente todo el mundo”, añade.

Sin embargo, el representante de la hermandad recuerda que “ésta es una labor que no termina. Hay que cubrir las necesidades de los hospitales. Hablamos de salvar vidas de forma directa”. Manceñido aclara que la sangre (los glóbulos rojos) tiene una caducidad de 42 días, y las plaquetas solo viven seis. Por ello es necesario mantener las reservas de cada grupo y de cada hospital suficientes, en función de lo que se necesita.

El presidente de la hermandad, por otra parte, sostiene que no hay evidencias científicas de que la Covid-19 intervenga de una u otra manera dependiendo del grupo sanguíneo que se tenga, a pesar de que hay algunas teorías al respecto.

Con respecto a los hiperinmunes, esas personas que han pasado el virus y generado una serie de anticuerpos, cuyo plasma se está estudiando, Manceñido afirma que lo que se les pide es donación, precisamente, de plasma, que es una donación parecida a la de la sangre, pero con un proceso algo más largo, al tener que separar los componentes. Asegura que una vez que el plasma se separa de la sangre, se filtran los anticuerpos y son los que se aportan a una persona que esté en la fase primera de la enfermedad, “para que no llegue a más”. Indica que hay ensayos clínicos que constatan que todas las pruebas que se han hecho al respecto han sido positivas. “Todos han respondido satisfactoriamente y no han llegado a la fase crítica”, apunta. La frecuencia de donación de plasma es mayor que la de la sangre, entre dos y tres semanas para poder volver a donar.