En nuestra última visita a La Bañeza este verano hablamos con varios establecimientos de la ciudad y de la zona para que nos cuenten sus fortalezas y cómo han afrontado la situación derivada de la pandemia. Hablamos también con el alcalde para que nos explique cuál ha sido el papel del Ayuntamiento.

La industria agroalimentaria es un importante motor económico para la ciudad de La Bañeza y para toda la zona. El sector gastronómico, hotelero y hostelero se ha sabido imponer a las adversidades derivadas de la situación sanitaria estos dos años y sigue tirando por la ciudad. “Son los que están todo el año trabajando y luchando por mantener abierta La Bañeza, una ciudad mercado. Somos una tierra agraria, con una importante industria agroalimentaria, con productos de calidad y de cercanía, como es la alubia”, señala el alcalde, Javier Carrera.

En el caso de José Manuel Álvarez ‘Jimy’, gerente de Casa Aniceto, la pandemia, pese al golpe que le supuso, le sirvió también para rendir homenaje a sus padres con la apertura del hotel rural Casa Gabriela en Jiménez de Jamuz.

El Ayuntamiento bañezano ha acompañado a este sector en estos duros momentos, tratando de incentivar la actividad y de que La Bañeza siga siendo un referente y dinamizador de la zona. “Nos dimos cuenta de que se podía ayudar con actividades para mantener el pulso económico y social, pero también intentando contratar más personal público e incentivando el consumo a través de diversas propuestas, como los bonos”, apostilla el regidor.

Y así, con esfuerzo y dedicación salen adelante empresas como el restaurante Moja el Gallo, que apuesta por la calidad y la proximidad de sus productos, o Imperiales Alonso, una exquisita delicia que endulza el paladar de los más exigentes, y un símbolo de tradición para la ciudad bañezana.