El uso que hacemos de la tecnología hace que nuestro cerebro se adapte a nuevas situaciones

Hoy en día, a todas horas estamos haciendo uso de herramientas tecnológicas para multitud de tareas. Ponemos el GPS para que nos diga dónde hay que ir, nuestro vehículo ya es un ordenador con ruedas que simplifica el viaje, mantenemos conversaciones con el móvil como intermediario, leemos libros electrónicos…

Por supuesto, nuestro cerebro se adapta (que es muy listo) a las situaciones que se dan en nuestra vida para mejorar nuestros mecanismos de respuesta, así que en consecuencia se ve afectado por el marco tecnológico actual. 

No olvidemos nunca que el desarrollo tecnológico nos permite adentrarnos en entornos creados por, y para seres humanos igual que el resto de situaciones de la vida social. No debería existir diferencia entre el mundo real y el digital en cuanto a la creación y adaptación de patrones de pensamiento. De esta forma si una persona está expuesta de forma continuada a situaciones de trato sexista en su vida, es probable que su mente se habitúe a ese comportamiento y lo perciba de una forma más natural que otra persona expuesta a un trato igualitario.

Internet ha abierto la puerta a un mundo de acceso a información inmediata. Independientemente de si la información consultada es veraz o no, hemos cambiado la memorización de datos por la búsqueda de datos. Así, ya no memorizamos los datos como bloque de acontecimientos o fechas sino que recordamos dónde podemos encontrarlos.

Yo nunca memorizo un dato que sé donde encontrar

Albert Einstein

Los smartphones (teléfonos inteligentes) nos dan un acceso a los procesos de comunicación para intercambiar información con miembros de nuestra especie, usándolos como intermediarios. Forman casi parte de nuestros propios cuerpos y nos permiten ampliar nuestras capacidades interactuando con ellos. En consecuencia, se ha demostrado que personas que emplean con frecuencia los móviles han ampliado ‘significativamente la zona del cerebro encargada de controlar los movimientos de los pulgares’. Y como caminar por la calle con la atención centrada en el teléfono empieza a ser tan normal como el caminar mismo, seguro que veremos desarrollada la atención en la zona periférica de nuestra vista en el futuro.

Los videojuegos son otro de los factores que afectan. Son capaces de desarrollar los reflejos del jugador, de desarrollar áreas del cerebro para incrementar sus capacidades y adaptarse a resolver situaciones. Pero esa adaptación puede ir en cualquier sentido, que sea positivo o negativo depende de otros factores. Hay un estudio muy interesante acerca de ‘La diferencia sexual en el análisis de los videojuegos‘.

La capacidad de atención ya no es sostenida, y sobre todo afecta a los jóvenes y a su forma de aprender. Que un adolescente sea capaz de mantener la atención durante diez minutos es casi imposible en el año 2014. Ya me entienden. Hay un gran artículo de Nora Bär que desarrolla cómo las nuevas tecnologías están cambiando la forma de aprender.

En resumen, estamos siendo afectados por la tecnología en la medida en que vivimos con ella. Si es para bien o para mal vendrá determinado por el uso que hagamos de ella, el entorno y la cultura. Como ya anunciaba Charlie Chaplin en 1936 son los Tiempos Modernos (Modern Times)

Fuentes: