José María Escapa presenta su libro ‘Catálogo de hongos y Myxomycetes del Valle de Sabero’, un trabajo de 12 años cuyo resultado es la catalogación de 605 especies que ha ido descubriendo a lo largo de los 25 kilómetros cuadrados del valle

El ‘rutero’ oficial de ‘Manos Arriba’, José María Escapa, presenta su libro ‘Catálogo de hongos y Myxomycetes del Valle de Sabero’; un trabajo de 12 años que trata de acercar a los aficionados a la micología todas las especies de hongos y Myxomycetes que han ido apareciendo en los 25 kilómetros cuadrados que ocupa el Valle de Sabero.

Escapa comienza su intervención explicando el poco habitual concepto de los Myxomycetes. Se trata de un tipo de organismo que tradicionalmente se estudiaba dentro del reino de los hongos, pero que tras los estudios realizados se ha llegado a la conclusión de que también tiene características del reino animal, por lo que cabalga entre estos dos mundos.

Este amante de las setas reconoce que es una afición que le ha acompañado toda su vida, siempre interesándose por ampliar sus conocimientos. Su volumen incluye un gran trabajo de campo que ha ido hilvanando y concretando en el confinamiento de marzo. Pero asegura que todavía quedan muchas especies por descubrir, porque aunque Escapa ha catalogado un total de 605 –algunas de ellas muy poco frecuentes-, cree que en el valle podría haber unas 1.500 especies de hongos diferentes. Espera poder hacer una reedición y poner en valor así la gran biodiversidad fúngica que tiene la zona y la provincia. “Es un territorio muy amplio donde conviven las dos principales regiones biogeográficas de toda Europa, con unos hábitats muy diferenciados, que hace que tengamos una biodiversidad muy rica”.

Escapa también quiere dejar claro que, al “igual que tenemos especies que tienen una calidad gastronómica muy buena, está su antítesis. Las setas tienen su ángel y su demonio, una con esa riqueza gastronómica y la otra que se le parece, pero tenemos que tener cuidado e identificarlas para evitar intoxicaciones”.

Para los aficionados a la búsqueda de setas, este especialista propone, primero informarse del lugar y conocer la legislación competente, porque hay zonas que necesitan permisos. “También es importante la labor que hacen las asociaciones de setas, que estarán encantados de asesorar e identificar. Pero la primera regla es no consumir lo que no conocemos”. Para su extracción, recomienda arrancar la seta con cuidado para no dañar el micelio. “En el caso de las amanitas, por ejemplo, para diferenciarla, hay que arrancarla, porque en la parte de abajo tiene una especie de saquito. Es necesario verla completa para poder identificarla”.

Escapa opina que la afición de las setas está al alza, y para disfrutar de ella, sugiere rutas con pinares.