Si recibes un correo electrónico de una empresa en el que te solicitan que aportes datos personales y/o financieros… pon tu sentido arácnido en modo alerta.

El phishing es una estafa que se produce a través de medios informáticos. Nuestro abogado, Jorge García Vega, nos recuerda que con estas estafas, los delincuentes tratan de engañar al usuario para que les facilite información sensible como contraseñas, números de cuenta, tarjeta de crédito o claves de acceso a determinados servicios.
Habitualmente los intentos de phishing nos llegan a través de mensajes en nuestro correo electrónico. Hay que ser precavido porque estos e-mails copian la configuración de las comunicaciones oficiales de los bancos, con una apariencia gráfica muy similar para no levantar sospechas.
También se utilizan estos métodos para blanquear dinero. En estos casos, el phishing viene en forma de oferta de trabajo de una supuesta empresa. Aquellas personas que aceptan la oferta deben darse de alta y rellenar un formulario en el cual indicarán su número de cuenta bancaria. En esta cuenta la empresa ingresará dinero procedente de estafas bancarias realizadas por el método de phishing. Una vez contratada, la víctima se convierte automáticamente en lo que se conoce vulgarmente como mulero. Con cada acto fraudulento de phishing la víctima recibe el cuantioso ingreso en su cuenta bancaria y la empresa le notifica del hecho. Una vez recibido este ingreso, la víctima se quedará un porcentaje del dinero total como comisión de trabajo y el resto lo reenviará a través de sistemas de envío de dinero a cuentas indicadas por esa supuesta empresa.

 

Ante la duda, García Vega nos ofrece unas recomendaciones básicas:

  • – Ser prudentes y verificar siempre la fuente de información.
  • – No responder nunca a correos que nos soliciten información personal y/o financiera.
  • – No hacer clic en el enlace que aparece en el correo electrónico. Es preferible escribir la dirección de ese enlace en la barra de direcciones de nuestro navegador.
  • – Comprobar que esa web es segura (https).
  • – Revisar nuestras cuentas bancarias tras recibir uno de estos correos para comprobar si ha habido o no alguna transferencia anómala de dinero.
  • – Acercarse a la sucursal de nuestro banco para comprobar si ese correo lo han enviado ellos o estamos ante un intento de phishing.

Si no hemos seguido estas recomendaciones y hemos mordido el anzuelo, debemos realizar una denuncia inmediatamente ante la Policía o la Guardia Civil, y contactar con un abogado especialista en este tipo de delitos para que nos asesore sobre los procedimientos a seguir.
En el caso de haber recibido transferencias en nuestra cuenta bancaria, no debemos tocar ese dinero, y sí informar a nuestro banco y a la Policía o Guardia Civil.