Apagar la calefacción de noche y ajustar el termostato a 21 grados por el día ayuda a ahorrar en calefacción

Llegó y el frío y con él las calefacciones empiezan a funcionar. Y con ello, un gasto que si no se controla puede ser desorbitado. Con unas sencillas medidas podemos conseguir ahorro en el gasto de calefacción. Basta con evitar que el calor se escape por las ventanas y  puertas exteriores,  apagar la calefacción por la noche y no subir el termostato a más de 21 grados por el día y aprovechar los rayos del sol.

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda el uso de la calefacción durante el día y apagarla por la noche. Con una temperatura entre los 15 y 17 grados, la que puede alcanzar la vivienda a esas horas, se puede dormir bien (eso sí, con una manta). En el caso de que la vivienda está mal aislada, se puede dejar encendida toda la noche a 17 grados.

Por el día, lo recomendable es ajustar el  termostato entre 20 y 21 grados. Es preferible andar por casa con algo de abrigo (un jersey, por ejemplo) que tener mucho calor en la vivienda. Por cada grado que se incrementa la temperatura, el consumo energético aumenta un 7%.

Otros consejos útiles para ahorrar en calefacción son:

  • Comprobar que no hay fugas en puertas y ventanas exteriores, por donde se escape el calor.  Para ello, se pueden ajustar con cintas o burletes.
  • Tener las ventanas abiertas diez minutos son suficientes para airear la casa. Así evitaremos una excesiva pérdida de calor.
  • Las alfombras son una opción para evitar la pérdida de calor por el suelo.
  • Durante la noche, las persianas bajadas. Por el día, levantadas, para aprovechar los rayos de sol.
  • Por la noche, correr las cortinas para evitar los que llama ‘pared fría’, el frío de los cristales.
  • No tapar los radiadores ni utilizarlos para secar la ropa, ya que se incrementa el consumo de energía por la pérdida de calor.
  • Si es posible, reforzar el aislamiento térmico de las paredes para evitar filtraciones de aire frío del exterior con estuco sintético.
  • Tener un correcto mantenimiento de la caldera.

 

Fuente: IDAE (Intituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía)