Nuestro Manos Arriba Viajero nos lleva hasta Riego De la Vega, para conocer más de cerca sus recursos y posibilidades. Nos acompañan el alcalde, David Fuertes, Felipe Lorenzana y Paulino Miguélez, presidente de Riego y secretario de la junta vecinal de Villarnera, respectivamente.

El equipo de Gobierno, con Fuertes al mando, ha renovado sus cargos al frente del Consistorio, mejorando incluso los resultados de la pasada campaña. La clave, según el regidor, es que “estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano por el municipio”. Fuertes considera que “hemos procurado hacerlo todo lo mejor posible”, aunque es consciente de que “siempre se puede hacer más”.

Uno de los grandes atractivos de Riego es el Festival ‘Luna de Cortos’, que celebra este agosto su X edición y la IV en esta localidad. Pero también hay otras muchas propuestas y actividades para todos los gustos. “Todo esto es una inversión, y aunque no se recupere económicamente, sabemos que tienen retorno”, señala el primer edil. Y es que, la gestión consiste en “invertir en la gente, en servicios…”.

Riego De la Vega cuenta también con un polígono industrial, que es un motor económico para la zona. “Tener una infraestructura como la que tenemos proporciona más ganancias, aunque también tienes que invertir más dinero y tiempo. Es bueno para el municipio tener este polígono. Además estamos situados cerca de Astorga, La Bañeza y Veguellina”. El polígono de Riego cuenta con unas 25-30 empresas, con un volumen de trabajadores “importante”.

En este Ayuntamiento, como en la inmensa mayoría, la población está “envejecida, pero en nuestros seis pueblos hay grupos de personas que se preocupan de hacer actividades y de que los pocos jóvenes que quedan tengan su tiempo de disfrute y relax”.

El presidente de la junta vecinal de Riego de la Vega, por su parte, ofrece algunos detalles sobre las actuaciones que se están llevando a cabo en la localidad, que pasan por el arreglo de calles, la restauración del retablo, etcétera.

En cuanto al representante de Villarnera, reconoce que “recibimos pequeñas cantidades de las instituciones, y lo empleamos para hacer pequeñas obras. Tenemos el local de juntas, el de los jóvenes y de las mujeres para hacer actividades… Teníamos un bar que empezó siendo teleclub, porque en un pueblo, la gente socializa en el bar o en la iglesia”. Las meriendas son, además, todo un clásico en Villarnera.

Los representantes de las pedanías señalan que “en los pueblos se vive bien, y más cuando hay gente que quiere hacer cosas”.