Los veterinarios de la Junta realizan los controles sanitarios de los sacrificios de animales para autoconsumo

Los servicios veterinarios de la Junta de la Castilla y León son los encargados de realizar los pertinentes análisis a la carne de cerdo que se sacrifica en domicilios particulares, para prevenir la transmisión de enfermedades como la triquinosis o la hidatidosis (ambas zoonosis). En el estudio de Manos Arriba, Miguel Ángel Melón, veterinario colaborador de la campaña de ‘matanza domiciliaria’ ha explicado cómo se realizan estos controles y la necesidad de los mismos.

El sacrificio de cerdos para autoconsumo, también denominada matanza domiciliaria, aún no ha registrado su punto álgido, aunque dice el refrán que “a todo gocho le llega su San Martín”, haciendo referencia a esa fecha que antaño era cuando se hacía la tradicional matanza. Según Miguel Ángel Melón será en las próximas semanas cuando se realicen el mayor número de sacrificios, en la zona rural.

El papel de los veterinarios es esencial para prevenir la transmisión de la triquina y la hidatidosis, dos patologías que pueden llegar a ser mortales. Para ello, realizan análisis del cerdo con el fin de garantizar su seguridad para ser consumido. Miguel Ángel Melón ha destacado que todos los que hacen matanza avisan al veterinario. Ha señalado que en estos sacrificios no suele haber problemas, no así cuando se trata de caza, del jabalí.

En el caso de que en lugar de sacrificar el cerdo se opte por comprarlo en canal a un matadero o a un carnicero, para hacer embutido casero, no es necesario avisar al veterinario, ya que el animal ya habrá pasado todos los controles sanitarios en el matadero.