Manuel Cortés presenta este libro, el último proyecto del artista Lolo, que recupera las figuras fantásticas de las cuencas mineras leonesas. Hablamos con él y con la ilustradora, Laia Redondo, hija del dibujante leonés.

‘Cuentos el carbón’ es un proyecto literario que nació hace seis años de la mano del dibujante leonés Lolo, recientemente fallecido, junto con Manuel Cortés, que relata que el artista “había estado recabando datos e información sobre las criaturas fantásticas de las minas de nuestra cuenca leonesa. Me pidió dar vida a esos personajes a través de mis cuentos y así surgió este libro, que ahora presentamos y que, por poco, Lolo no lo llegó a conocer.

En las ilustraciones también ha participado Laia Redondo, a petición de su padre. Laia explica que “él estaba muy ilusionado con ‘Cuentos del carbón’, porque siempre quiso recuperar cosas que se están perdiendo, sobre todo en León. En una semana hicimos como 30 ilustraciones”.

Este legado que ha dejado este defensor de la tierra leonesa partía de un esbozo sobre los personajes que le mostraba al escritor para que éste les diera vida y recuperar estas figuras, porque “podrán acabar con nuestras minas, pero no con nuestra cultura”, relata el autor de ‘Cuentos de carbón’, que reconoce que “en su generosidad me otorgó este regalo, y aunque no sea nacido aquí soy un leonés más de adopción y voy a luchar por este libro con toda la ilusión que me supo transmitir Lolo”.

En total son 34 cuentos, aunque no todos de personajes. “Habrá unas 30 figuras, personajes que seguramente la última generación de mineros ni conozcan. Forman parte de nuestro folclore, de nuestro patrimonio intangible y no se podían perder”.

Cortés señala que “tuve la suerte de hablar con muchos mineros, y Lolo me enseñó muchos conceptos que desconocía sobre el tema de la minería. Lolo me dio el armazón. Por eso cuando me preguntan si es mi libro, respondo que es un libro de todos, porque la cultura nos pertenece a todos”.

Laia aclara que “no somos de familia minera, sino ferroviaria, pero el tema de la minería, para mi padre era muy cercano”. Las viñetas de esta ilustradora siguen la estela de los dibujos de su padre, y “me gustó mucho compartir mi trabajo con él, porque le valoro mucho, no solo como padre, sino como artista”.