Entrevistamos a Luciano Díez, presidente del Colegio de Veterinarios de Castilla y León, y Manuel Martínez, presidente de la Federación Estatal de Sindicatos de Veterinarios, para hablar sobre la segunda manifestación veterinaria para visibilizar el carácter sanitario de esta profesión.

Es una reivindicación que se ha escuchado a lo largo de toda la pandemia. Los veterinarios aseguran que “aunque por ley somos sanitarios, solamente a un pequeño colectivo se le considera sanitario, y de segunda. Deberíamos programar en conjunto con el mismo nivel y financiación que el resto”. Aseguran que uno de los grandes retos es “hacer comprender a la población que la salud pública va más allá de la atención a las personas, sino que lleva englobados los conceptos básicos de la sanidad. Se entiende la protección, el cuidado… de los animales, y también el cuidado del Medio Ambiente. El concepto de la seguridad alimentaria también es uno de los conceptos establecidos, y de eso nos ocupamos, porque se controlan los alimentos desde el origen. Todos los productos de origen animal son responsabilidad de los veterinarios”.

De esta manera, dejan claro que la sanidad pública engloba “todas estas cuestiones: la salud y el bienestar de los animales, la salud medioambiental y el control de la inspección y la seguridad alimentaria”.

Creen que “el Gobierno Central nunca ha asumido el papel de los veterinarios en la prevención de pandemias, cuando mucho antes que la OMS, ya había una oficina creada para controlar las epidemias en los animales, para evitar las hambrunas que se producían en el mundo. La Veterinaria ya puso en marcha esos sistemas de prevención antes que la OMS”.

“El 65% de las enfermedades que tiene el humano son de origen animal. Además, tres de cada cuatro son zoonosis, proceden del mundo animal”, apuntan.

“Nos parece sangrante que se menosprecie la profesión cuando hemos estado en primera línea en todos los aspectos preventivos, con investigación… ha sido un trabajo impresionante sin ningún tipo de reconocimiento”, sentencian.

Apostillan que “quien ha marcado las pautas para controlar la salud de los animales domésticos que vienen de Ucrania, ha sido el Ministerio de Agricultura, si bien tendría que estar controlado por Sanidad, y ese es el primero de nuestros males, que el Sistema Nacional de Salud no tiene una cartera servicios sanitarios integrados”.