El nutricionista Emilio Blanco desmitifica algunas de las creencias sobre este producto tan codiciado, y da algunas referencias sobre la diferencia entre el mantecado y el polvorón, en el Aula de Nutrición

El marisco es una de las estrellas de la mesa en Navidad en muchos hogares, pero ¿Cuántas calorías tiene? ¿Qué pasa con el ácido úrico? A estas y otras preguntas ha dado respuesta el nutricionista oficial de ‘Manos arriba’, Emilio Blanco, que ha querido desmitificar algunas creencias sobre estos productos del mar, tan codiciados todo el año, pero más en estas fechas.

El marisco ronda entre las 80 y las 100 calorías por 100 gramos, según este especialista. En cuanto al ácido úrico, Blanco sostiene que no es sino una sustancia que proviene de la degradación de las purinas y que, aunque se le atañe sobre todo al marisco, “hay otros alimentos más propensos, como las lentejas, las alubias o la carne roja”. Sostiene que “es algo normal” y “aunque el marisco tuviera ese aspecto superior a los otros alimentos, no tendría las consecuencias que tiene, porque lo consumimos con menos frecuencia y menos cantidad, principalmente porque sus precios son prohibitivos”.

Blanco también quiere desmontar la falsa creencia de que las cabezas de los langostinos sean “malas”. El nutricionista cree que esta afirmación no tiene fundamento, porque “¿Cuántas cabezas de gambas o langostinos tienes que comer para que te sienten mal?”. Asegura que lo importante es que lo que “comamos esté en buen estado, que consumamos producto de calidad”.

La parte negra del marisco, afirma, es una degradación proteica, un proceso natural que “no es bonito”, pero tampoco perjudicial; “de hecho, que se pongan negras, a veces es una garantía de que no tienen sulfitos”, agrega.

¿Cómo se debe cocinar el marisco?

Según el nutricionista, todos los mariscos “tienen unos tiempos y hay que respetarlos”. Por ejemplo, el buey, si se quiere cocer, “el proceso es de 20 minutos con agua fría. En cambio, las cigalas “deberían estar sobre tres minutos con agua hirviendo”. Los langostinos, con dos minutos en agua hirviendo “es suficiente”, porque si se deja más o menos tiempo del necesario, los productos pueden perder algunas propiedades.

Aula de nutrición: El polvorón

Los polvorones, otro clásico navideño, que no es otra cosa que “un tipo de mantecado”. Emilio Blanco indica que el origen se remonta al siglo XVI. El polvorón es el que lleva almendra, y la harina va tostada, que es lo que hace que se desmenuce en la boca. Otra característica es que el mantecado se puede ver a simple vista, pero el polvorón bajo el envoltorio. El mantecado puede llevar huevo, pero el polvorón no.

El polvorón es un dulce con el que hay que tener cuidado, por la manteca, pero que “también hay que disfrutarlo”.