El nutricionista Emilio Blanco explica a los oyentes de ‘Manos Arriba’ los pros y contras del consumo de fiambres y embutidos

Para este experto, lo más importante es leer bien las etiquetas del producto, donde tiene que aparecer la lista de ingredientes. “Cuando hablamos de que la cantidad de jamón York en un envase de jamón York es del 45%, que se lo coman ellos, porque ¿Qué tiene entonces?, pregunta el nutricionista, que deja claro que los embutidos son “un invento fantástico”, que permite la conservación prolongada del producto. El problema de ello es el de siempre, el abuso de su consumo. Y es que, estos alimentos es inevitable que tengan aditivos, aunque mejor cuanto menos tengan. “No es lo mismo un chorizo de León que una salchicha Frankfurt”, advierte. El experto deja claro que un embutido o fiambre lo es de “carne, y es lo que debe llevar”.

En lo que respecta a la aportación nutricional, los embutidos y fiambres son ricos en proteínas, “de un alto valor biológico”, y grasas. El problema está en qué es lo que realmente llevan, sobre todo los fiambres. El nutricionista aconseja que cuando se compre loncheado, bien envasado o en charcutería, como mínimo tenga un 85-90% de carne de la que es titular, y hasta el 100%, los aditivos necesarios”. También explica que un producto de este tipo en ningún caso debería “llevar más de cuatro ingredientes, si es así tenemos un problema”, sentencia, porque “si el producto es de calidad no es necesario”.

Blanco agrega que la sal es el mejor conservante que hay, pero también aclara que León es una de las provincias con mayor índice de presión arterial, y “esto tiene que ver con el consumo de sal, pero lo que no es admisible es que le echemos la culpa a los embutidos de León. Resulta que en los alimentos procesados hay muchísima cantidad de sodio”. Los embutidos son una opción “perfectamente válida, pueden formar parte de una dieta saludable, pero siempre con moderación”, sentencia.

Aula de nutrición: La zanahoria

La creencia extendida de que las zanahorias son buenas para la vista, según el nutricionista Emilio Blanco, es totalmente “cierta”, y esto, según el experto, se debe a que “nuestro hígado convierte los nutrientes en Vitamina A, que son buenas para la vista y para mucho más”. La zanahoria es un alimento milenario, pero originalmente no era naranja, sino que por fuera era color púrpura. “Fueron los holandeses los que empezaron a cruzar…”.

La zanahoria es un alimento bajo en calorías y muchas vitaminas y minerales, pero a modo de ver del nutricionista, “la forma de comerla es cruda, porque cocida tiene el inconveniente de que el índice glucémico aumenta y no es muy recomendable para las personas que padecen diabetes”.

En España ha aumentado últimamente la producción, aunque localizada. Por el contrario, no lo ha hecho el consumo. Antiguamente se le daban más usos estéticos que alimentarios.