Miguel Alonso, veterinario de Asociación Leonesa de Apicultores, nos habla sobre el consumo de la miel, la situación de este sector y también nos da detalles sobre la labor de esta organización

Los apicultores son considerados ganaderos. “Somos una ganadería pequeñita, pero somos muy numerosos”, señala el veterinario.

La campaña de 2022, en general, “ha sido flojita en León. En algunas zonas mejor, pero en otras muy escasa. El principal problema ha sido la climatología y más concretamente las olas de calor. Tenemos problemas serios, porque se prevén muchísimas bajas de colmenas, y esto es preocupante, porque queremos mantener las cabezas de ganado y los enjambres y las nuevas colmenas tienen que salir de las que ya tenemos, por lo que quitamos abejas y producimos menos”.

En León se calculan unos 1.500 apicultores y 100.000 colmenas. A la asociación pertenecen unos 600 profesionales y 43.000 colmenas. Este experto sostiene que “en León tenemos las mejores mieles del mundo, y así están consideradas. Tenemos mucha suerte, porque hay muchos pueblos, mucha gente proviene de ellos y tenemos facilidad para encontrar esas mieles que vienen directamente de los apicultores. Estamos acostumbrados a mieles de gran calidad”.

Sin embargo, Alonso asegura que “el sector está en guerra y tenemos problemas serios en dos vertientes: Por un lado un aumento considerable de los gastos, mientras vendemos la miel al mismo precio o no la vendemos. Tenemos mucha miel parada en los almacenes, porque no hay mercado. Por otra parte, España, y también León, exporta miel de calidad al exterior, a Europa, mientras que importa otras de dudosa calidad. Hay que educar a los consumidores”.

El profesional sostiene que “el tema del etiquetado lo tenemos que mejorar. Siempre se cumplen los requisitos que marca la normativa, y también se ha ido mejorando. Antes, la leyenda venía que era mezcla de mieles de la UE… pero no porcentajes. Ahora vienen los países de procedencia, pero siguen sin venir los porcentajes. En nuestra opinión hay que mejorar el etiquetado, pero también es un hacer nuestro. Desde la asociación estamos trabajando para establecer una marca de calidad”.

Alonso reivindica el consumo de cercanía. “Pongo la mano en el fuego por cualquier apicultor de esta provincia, porque produce una miel de gran calidad. El problema de todo ha sido que durante muchos años el sector ha vendido la miel y se va fuera. Mucha miel nuestra acaba en Rusia, ahora el comercio con Rusia está cerrado… Pero también hay que ver en qué liga jugamos. En España no llega al kilo por cabeza de consumo de miel anual. El siguiente punto es el precio. Si queremos un producto de calidad vamos a rondar los 8-10 euros”.