El director de este centro de Fresno De la Vega, Juan Mateo Fernández, nos habla de las propuestas con las que cuenta la residencia, que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los usuarios

“Tratamos de que ese paso vital se haga de una manera más humana y útil”, señala Fernández, dejando claro que “estar como en casa es imposible, pero intentamos que estén cómodos, relajados y que tengan algo que hacer, porque coger un edificio y convertirlo en una residencia es fácil, pero lo que hay dentro, hacer que haya una vida dentro, es lo que marca la diferencia”. Y en esta línea trabajan en este centro, que cuentan, entre otras cosas, con una huerta que trabajan los propios usuarios y que tiene un gran éxito de participación. También se ha incorporado a sus ‘filas’ una perrita, Miel, que acompaña a los residentes. “Cuando entra en el centro, para muchos abuelos es la única sonrisa que tienen en el día. Les obliga a moverse y a tener sensaciones”. El siguiente paso con Miel es el adiestramiento.

La Residencia Arroyo de Valdearcos cuenta, asimismo, con un amplio programa de actividades. “Intentamos que sea un centro activo. Tenemos una terapeuta ocupacional seis horas diarias, otro de cuatro horas diarias… Son los encargados de dar “vidilla y programar el tiempo libre. Se organizan partidas, etcétera”. Además, también se hacen actividades fuera del centro.

Por otra parte, una de las novedades que presenta la residencia, en colaboración con el Ayuntamiento, es la de facilitar la comida a domicilio a los mayores de Fresno. “La idea es que puedan tener una alimentación sana y equilibrada. Que tengan una cena y comida diaria, a un coste muy bajo. A esta corporación le ha gustado la idea y se ha involucrado”. El reparto de la comida se llevará a cabo por parte del personal de la residencia, y “eso ayuda a tener un control y una socialización”.

Toda la información, fotos… de las actividades que se desarrollan, se pueden consultar en la web, y sobre todo en las RRSS, principalmente Facebook.