La psicóloga Marta Herreras nos habla sobre la dependencia de las pantallas entre niños y jóvenes.

La especialista en Psicología Clínica aclara que “los adultos también estamos inmersos en el mundo digital, y no siempre por placer, sino porque el mundo en el que vivimos nos está obligando. El uso de las tecnologías no es ni bueno ni mano, sino que es el cómo se utilizan. Sí es cierto que la población de riesgo es la de los niños y jóvenes. Esto está marcando y dejando huella, y más a raíz de la pandemia”.

Herreras sostiene que “el problema es la adicción que causan las tecnologías, por eso debe ir unido al uso una responsabilidad. El caso es que cuando se les da un dispositivo a niños muy pequeños, no se les proporciona una serie de pautas, criterios y seguimiento sobre el uso de ese aparato. No se les puede dar a lo loco. Las tecnologías e internet tienen unos riesgos que los niños no controlan”.

Por otra parte, también se dan situaciones en las que se cree que los niños que no están tan familiarizados con estas tecnologías pueden estar discriminados. “Aquí, los que estamos perdiendo la cabeza somos los adultos. Nos estamos dejando llevar por la gran ‘ola’, buscando sobreproteger, cuando ni va a quedar al margen ni nada. Las tecnologías las usan hasta en el colegio, por eso no hay mayor necesidad de que tengan TikTok… esto genera riesgo, porque les da acceso a contenido que no es adecuado a su edad”.

El dato. Casi el 37% de los adolescentes, entre 12 y 17 años, pasan seis horas al día con el móvil. “Estamos generando un gran problema, porque si dedico tantas horas al día a cosas vacías, estoy quitando de hacer otras actividades más productivas”.

Herrera asegura, asimismo, que “estamos viendo un problema serio en las habilidades sociales y comunicativas. Están perdiendo las habilidades para comunicarse cara a cara. Están tan habituados a la mensajería instantánea, que es algo exigente, que pierden sus capacidades no solo cara a cara, sino también por teléfono”.