Nos visitan Lidia de la Varga, vicesecretaria de SATSE León, y Luis González, enfermero, fisioterapeuta y delegado de SATSE León, para hablarnos de la concentración que han convocado, ante la falta de recursos y medios que sufrían ya antes de la pandemia.️

Este martes, los profesionales se han concentrado frente a las puertas del Hospital, para poner de manifiesto “las carencias que tienen nuestros hospitales. La pandemia ha dejado al descubierto el déficit sanitario y nuestros hospitales están enfermos”, señala la vicepresidenta de este organismo, incidiendo en que el principal problema es el “déficit estructural de profesionales. Nos encontramos con una falta gravísima de personal y eso aumenta la carga asistencial, las listas de espera… Nos encontramos situaciones como plantas de medicina interna, con 38 pacientes y dos enfermeras. La ratio adecuada sería 6-8 pacientes”.

Según la representante de SATSE, este “déficit es multifactorial. Hay muchas causas, entre ellas la huída de profesionales a lugares donde encuentran mejores condiciones. También una escasez de númerus clausus, que no cubren las necesidades de la sociedad a nivel sanitario. Además hay una falta de voluntad política. Las bolsas de empleo no son funcionales… Todo ralentiza el sistema”.

De la Varga asegura que “el dinero se antepone a la salud. Tenemos paralizado en el Congreso la Ley de Seguridad del Paciente, donde queremos que se establezca una ratio adecuada de enfermeras por habitante”.

González, por su parte, añade que el problema también se extiende a los fisioterapeutas. “Un fisioterapeuta ejerce una labor esencial en la salud de la población”. Pero el ratio tampoco es el adecuado.

Estos profesionales creen que la solución es “mejorar las condiciones laborales y retributivas, porque con las que tenemos es muy difícil afianzar. Tiene que haber voluntad política y no está habiendo esa respuesta”, agregan.

Apuntan también que cada comunidad tiene sus “particularidades”, y en Castilla y León la principal problemática es la “dispersión. Los recursos tienen que estar calculados para llegar a toda la población”.

Sobre la pandemia, los profesionales aseguran que “la presión y la falta de personal ha provocado problemas de adaptación a nivel emocional, de sueño… La gente contratada no ha descansado. Se les denegaban los días por falta de personal”. Sostienen que “la salud mental de los profesionales ha empeorado mucho. La falta de recursos también afecta a los pacientes, que, en muchos casos, se “han visto un poco abandonados”.

Hablan también de una “falta de reconocimiento social”. Por último, concluyen que “invertir en profesionales es invertir en calidad, en la salud del ciudadano, que podrá aportar, podrá cotizar… Porque lo que hemos notado con la pandemia es que en el momento que hay un problema de salud, la economía cae en picado. No es invertir a lo loco, sino que con cabeza, es clave para invertir también en economía”.