La nueva normativa afectará a las más de 72.000 plazas que existen en Castilla y León en los 1.969 centros residenciales y de atención diurna para la atención tanto a personas mayores como a personas con discapacidad

Ha estado en el estudio con nosotros Juan Mateo Fernández, director de la Residencia Arroyo de Valdearcos en Fresno de la Vega, para hablarnos sobre La nueva Ley Reguladora del Modelo de Atención en los Centros de Carácter Residencial y Centros de Día de Servicios Sociales para Cuidados de Larga Duración de Castilla y León, conocida como la Ley de Residencias, y que fue aprobada el pasado 24 de abril.

La esencia de la Ley se basa en la atención centrada en las necesidades y deseos de las personas dependientes. Para desarrollar esta forma de atender, el texto regula el modelo de atención integral, con un fuerte componente ético y de reconocimiento de la dignidad de la persona, que supere la rigurosidad de la atención puramente asistencial.

Para ponernos en contexto, Fernández señala que hasta la actualidad “todas las Residencias que hay en Castilla y León se rigen por una normativa comunitaria de 2001. Y ahora esta nueva ley no se basa tanto en el aspecto arquitectónico sino más bien en la atención de la persona. De hecho, se basa sobre un eje fundamental que es el método integral de atención a la persona centrado en la persona”.

“A mi juicio creo que es muy bueno porque lo necesitábamos porque no todas las Residencias se plantean tener un exceso de horas de personal”, recalca el director de Arroyo de Valdearcos, quien comenta también que “el modelo de atención integral se centra en la persona, esto implica que por ejemplo que las habitaciones sean personalizables el usuario pueda poner sus cortinas, sus cuadros, y darle un ambiente más hogareño”.

Otra de las novedades es la puesta en marcha del profesional de referencia, con quien el residente establecerá una relación de confianza y será el responsable del acompañamiento y la atención directa. Aparece la figura también del gestor del proyecto de vida, que será quien coordine la actuación entre todos, es decir, residentes, familia, profesional de referencia y demás profesionales.

Respecto a esto, Juan Mateo Fernández explica que “esto plantea una cara B en cuanto al personal, porque la normativa todavía no ha sacado los ratios nuevos de personal, se da un plazo de 8 meses, pero esto implica que las auxiliares mientras están sacando la información de la historia de vida y desarrollando el proyecto de vida junto con el personal técnico no está atendiendo al usuario, con lo cual no entiendo cómo va a plantear esto la Administración”.