‘Manos Arriba’ no podía dejar de estar presente en un día tan importante como es el de los Derechos del Consumidor, dado que es la esencia de este programa. Por eso, hemos invitado a Charo Teresa y Elena Cimas, técnicos de Consumo de la Diputación de León, para que nos cuenten su labor en esta oficina, y las reclamaciones más comunes de los consumidores en estas tres décadas de vida

Estas profesionales sostienen que la labor permanente que llevan a cabo a nivel de promoción de este organismo sigue siendo importante, porque aunque señalan que los consumidores cada vez son más conocedores de ella, todavía hay quienes no tienen constancia.

Tersa y Cimas señalan que hay habido un progreso normativo “importantísimo, que viene impuesto no solo por el reconocimiento de los derechos, sino también por un progreso en el mercado”. Pero también ha habido un cambio notable en la forma de ejercitar esos derechos por parte de los consumidores. Sin embargo, “no podemos decir que hemos llegado al tope. Hay gente que no conoce las herramientas de defensa a su disposición y hay que seguir incidiendo en el tema y animando a que cuando algo no funciona como debe hay que reclamar lo que corresponde, y para eso estamos”.

Las trabajadoras también aseguran que la forma de trabajar de la oficina ha cambiado, el ritmo es distinto. Esto se debe, principalmente, a los avances tecnológicos. Antes existían más puntos de atención, porque era “la única forma de acercar la oficina a los consumidores”.

Estas profesionales también ponen en valor el cambio en las preocupaciones, reclamaciones, que se presentan, con respecto a hace unos años. Afirman que antes, los problemas más comunes tenían que ver con la Hacienda, adquisición de vivienda y arrendamientos… Después se abrió el mundo de las telecomunicaciones, la electricidad, temas bancarios… “Si nos remontamos al calendario de la oficina podríamos dar nombre a los años por los problemas que se han ido imponiendo”. Añaden que las problemáticas conllevan las normas que llegan para resolver esos problemas. “La normativa se adapta”, manifiestan.

Por otra parte, las trabajadoras insisten que los puntos de atención presencial se han ido reduciendo, ahora también por la crisis, pero se llegaron a tener más de una decena. El motivo principal de la desaparición de estos puntos son los trabajadores y los desplazamientos. “Acudir a un sitio para no atender a nadie es una pérdida de capital humano importante, sobre todo cuando hay otras alternativas”.

La Oficina del Consumidor de la Diputación trabaja en colaboración con los ayuntamientos, para llegar a todos los ciudadanos.