La madrugada del domingo 26 de octubre, a las 3.00 horas los relojesse atrasarán una hora y serán las 02.00

El domingo 26 de octubre llega el ‘horario de invierno’. Los relojes deberán retrasarse una  hora en cumplimiento de  la  Directiva Comunitaria 2000/84/ CE que rige el denominado  ‘Cambio de Hora’. Así, a las tres de la madrugada serán las dos. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE)  estima que el ahorro en iluminación  será del 5%, 300 millones de euros.

El Parlamento  Europeo y Consejo de la Unión aprobaron en enero de 2001 la Novena Directiva, con aplicación indefinida. Esta directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por  Real decreto 236/2002, de 1 de marzo. No obstante, el ‘cambio de hora’ El ‘Cambio de Hora’ comenzó a generalizarse  a partir de 1974, con la primera crisis del petróleo. Entonces, algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Esta norma se aplica como directiva desde 1981 y se renueva cada cuatro años.

La Novena Directiva, según IDAE, está avalada  por las conclusiones  de un estudio  sobre su alcance y efectos. Las conclusiones de dicho informe destacan que iene  impactos positivos  no sólo sobre el  ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio. IDAE estima que el potencial de  ahorro en iluminación en  España, por el cambio de hora, podría llegar a representar un 5% del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a  unos 300 millones de euros. 

No obstante, aclara que para alcanzar ese ahorro es necesario un comportamiento responsable en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no  es necesaria, así como la utilización  de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural en edificios del terciario y en industrias. Estas tecnologías ampliamente experimentadas consisten en fotocélulas o sensores de luz que apagan o regulan la iluminación artificial en función de la luz natural aportada a la zona, a través de ventanas o lucernarios.

Fuentes:

IDAE

Ministerio de Industria, Energía y Turismo