‘El sistema energético español es perverso’

El pasado miércoles, 25 de enero, el precio de la luz volvió a llegar a un nuevo máximo con 101,99€/MWh. Esta subida no afecta a todos los consumidores por igual, porque no todos la van a ver reflejada en su factura. Descubre si la tuya es una de ellas.

 Lejos de ir disminuyendo tras la primera ola de frío de este invierno, el coste de la electricidad lleva experimentando una escalada de precios que están a punto de convertir la factura eléctrica de enero de 2017 en la más cara de la historia. De momento, según los cálculos elaborados por FACUA, la factura de enero de este año es un 28% más cara que la del mismo periodo de 2016.

Buscamos respuestas para conocer los procedimientos por los que se fija el precio de la energía eléctrica en España, y para entender los motivos que conducen a su aumento desmedido. Para ello contamos con la experiencia de Simón Herrero, asesor en materia de energía, y de Roberto Getino, Jefe del Departamento de Ahorro y Eficiencia Energética del Ente Regional de la Energía de la Junta de Castilla y León (EREN).
La situación de la energía eléctrica en España es de todo menos sencilla porque “se juntan varios factores a la hora de explicar este incremento de precio. Pero sobre todo influye el sistema perverso a la hora de fijar los precios por hora de la electricidad, porque se fija de acuerdo con las tecnologías y las ofertas que realizan las empresas productoras. Y entran por orden, es decir, que las más baratas son las renovables y son las que entran primero y se ofertan a un precio bajo, pero cuando sube la demanda tienen que entrar otras tecnologías como el ciclo combinado (gas), que son mucho más caras. Y el precio final que se paga por la energía generada con una tecnología o con otra, es el de mayor coste productivo”, explica Getino.

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En la misma línea ahonda Simón Herrero. “Cuando las productoras de energía solar meten sus precios en el pool, que es como se llama a la subasta de energía, está a unos 8 €/MWh, la eólica a 15 €/MWh y la nuclear a unos 17 €/MWh. Cuando no llega con esta energía, hay que tirar de la de ciclo combinado y el gas está a unos 90 €/MWh. Eso significa que todas las productoras que estaban ofreciendo su energía a 8 o a 15 euros, tienen derecho a venderla a 90; es incomprensible pero es lo que está sucediendo”.
“Se ha demostrado que no está más caro el precio de la energía gracias al carbón que tenemos almacenado que se extrajo hace un par de años. Producir con carbón es más barato que hacerlo con gas natural”. El problema del carbón es que su combustión es más contaminante que la combustión del gas aunque, recuerda Getino, “hay tecnologías ahora mismo que se podrían mejorar. Lo mejor del carbón es que es un recurso autóctono que tenemos en Castilla y León. Actualmente la dependencia energética de España supera el 70% de fuentes y recursos energéticos externas a lo que es el propio país, cuando tenemos recursos propios como el carbón y las energías renovables como la eólica, hidráulica y fotovoltaica en las que Castilla y León es número uno”.
Para añadir más factores que expliquen la escalada del precio de la luz, debemos mirar al país vecino donde, según nos cuenta Simón Herrero, “Francia ha disminuido su producción eléctrica en las centrales nucleares que tiene funcionando a media capacidad porque son instalaciones muy antiguas, así que los franceses compran electricidad a España, pero más allá de las cuestiones coyunturales como la falta de lluvia, el problema lo tiene el sistema de producción y venta que existe en España”.
Esos mismos argumentos los comparte Roberto Getino: “España es una isla energética dentro de Europa y estamos exportando unos 4.000 MW a Francia; lo que no puede ser es que a mí, como consumidor español, me afecte que una empresa energética venda electricidad a alguien de fuera y que esa exportación me repercuta en mi factura, porque si esos 4.000 MW que se exportan a Francia hacen que entre en funcionamiento el ciclo combinado, no tiene sentido que ese sobrecoste recaiga en los consumidores españoles, sino que debería asumirlo Francia. El sistema es lo que está mal, lo que se exporta, que lo hagan como otro producto cualquiera, pero que no afecte a los clientes españoles sino todo lo contrario, debería abaratar la factura en España porque las eléctricas están ingresando dinero por todo lo que exportan”.
“Esto va a seguir pasando mientras no haya cambios drásticos en el sector. Por poner un ejemplo, en Alemania hay la mitad de horas de sol al año que en España, y en cambio allí producen 8 veces más energía que aquí”, Simón Herrero.

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Pero esta subida del precio de la luz no afecta a todos los consumidores. Aclaremos quiénes están involucrados. Si el suministro eléctrico de nuestro hogar lo tenemos contratado a través del mercado regulado, es decir, de la antiguamente llamada tarifa de último recurso -actualmente PVPC- y tenemos un contador electrónico que permite lectura en tiempo real de la energía que se consume, estos precios en alza los veremos reflejados directamente en nuestra próxima factura.

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Más allá de los vaivenes del sector energético en España, hay algunos consejos encaminados a lograr reducir los consumos y ser más eficientes en la utilización de la electricidad en nuestro domicilio que nos ayudarán a ahorrar:
Analizar si me conviene seguir en el último recurso o cambiar a una tarifa de mercado que tenga mayor estabilidad en los precios.
Vigilar si nuestro contrato eléctrico tiene asociados algún tipo de gasto no esencial en forma de seguro (de impagos, de averías y emergencias…).
Negociar precios con las comercializadoras.
Intentar utilizar tecnología ahorradora como la iluminación LED.
Utilizar electrodomésticos a máxima carga.
Si la calefacción es eléctrica, utilizar equipos con termostato que puedan autoapagarse cuando se alcanza la temperatura deseada.
Cuando toque sustituir electrodomésticos, es conveniente elegir los que tienen mayor eficiencia energética.
Comparar precios, hay diferencias abismales entre unas comercializadoras de electricidad y otras.