Es fundamental formar sobre sexo a los adolescentes porque el 10% se inician con 15 años o menos

En pleno siglo XXI el sexo sigue siendo tabú. En una etapa de autoexploración e incremento de deseo, el acercamiento de los adolescentes a la sexualidad se ha dejado de la mano de Internet, con lo que su visión de las relaciones sexuales está siendo limitada y sexista. Algo que puede tener consecuencias, no solo ante los riesgos que puedan surgir, si no para el comportamiento sexual en la etapa adulta.

Según la psicóloga clínica, Marta Herreras, la sexualidad es algo que se vive desde que nacemos, y evoluciona con el desarrollo de la persona, pero es en la pubertad cuando se manifiesta y “es esencial hablar de los aspectos emocionales a los jóvenes y adolescentes para que puedan desarrollar su sexualidad plenamente”.

Al comienzo de esta etapa, en la que los órganos sexuales se han desarrollado completamente pero, no así el pensamiento adulto, los impulsos dominan al raciocinio. Por eso hablar con los hijos de sexo con naturalidad, sin presión, evitará los riesgos que traen las relaciones sexuales sin protección; como el embarazo precoz o las enfermedades de transmisión sexual; y reportará los beneficios de practicar sexo seguro.

Herreras asegura que la sexualidad nos involucra con los demás a nivel físico, psíquico y emocional y vivida plenamente es fuente de satisfacción y felicidad. Debemos evitar que los adolescentes tengan el concepto único de penetración y despejar sus miedos porque, además, es un mecanismo de comunicación, de transmisión de sentimientos y afinidad.

Formar desde que nacen, educando en la intimidad, de forma natural. Con actitudes basadas en el respeto y el cariño; dejando que sean ellos los que opinen o pidan información y apoyándonos siempre de profesionales como pediatras, psicólogos, o sexólogos.