La compra de los libros de texto supone un desembolso considerable, pero ¿estamos preparados para sustituirlos por los libros electrónicos? ¿Realmente son más económicos?

Manos Arriba ha debatido sobre algo que importa a muchos bolsillos, la adquisición de los libros de texto cada año con el inicio del curso escolar. En la mesa de nuestro estudio, Engracia Prieto, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de la Escuela Pública de León (FELAMPA); Mª Ángeles Ordás, profesora del Colegio Público Antonio González de Lama; y José Moyano, presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material Escolar (ANELE).  La renovación de los libros de cada cuatro años centro el debate.

Una alternativa a los libros de texto en papel son los libros electrónicos, presumiblemente más baratos. No obstante, esta posibilidad está en entredicho ya que no todas las familias tienen el mismo acceso a las nuevas tecnologías y a la red. Incluso en León hay zonas a las que aún no llega Internet.

El presidente de ANELE puntualizó que el cambio de los libros de texto cada cuatro años no responde a un capricho de las editoriales. Recordó que ésta práctica está sujeta a normativas y disposiciones legislativas y que se viene realizando desde hace treinta años. “No somos los que los cambiamos, nosotros cumplimos la normativa”, aseveró a la vez que aclaró que desde en los últimos veinte años el sector ha tenido que adaptarse a siete leyes de Educación.

Las críticas al cambio de los libros de texto de los escolares vienen dadas por el hecho de que los contenidos son los que son.  Las matemáticas o la historia son lo que son. Sólo cambia cómo lo quieran contar.