Sandra Valdueza, de Abacus Innova, nos habla acerca de los efectos negativos del uso excesivo de las pantallas en los niños pequeños

“Las pantallas y la tecnología es buena, y ha llegado para facilitarnos la vida y las tareas, pero hay estudios que indican una tendencia de preocupación. Hay organismos -como la OMS- que se están preocupando por ese uso excesivo de 0 a 3 años”, señala esta profesional, indicando que “la plasticidad cerebral tiene una edad, que no quiere decir que de mayores no la tengamos, pero es más lenta. Si a un niño que está desarrollando la corteza prefrontal, que es donde se estimula la parte cognitiva, no se le estimula y no se hace fuerte, no podemos generar que el cerebro permita concentrarse o atender. Esos efectos no se ven con 3 años, pero con 6 surgen los problemas”.

Valdueza insiste en que “cada vez es mayor la preocupación por la concentración de los niños. Hay que volver a la base de lo que el niño necesita. Que la pantalla se puede usar, pero no puede ser un recurso de todos los días o utilizarla para que no llore o coma. Durante la comida se desarrolla y se estimula mucho la mente, porque estamos aprendiendo. Sabores nuevos, olores, texturas, la mandíbula… Si no prestamos atención a la comida y a su proceso no desarrollaremos otras facetas importantes en la mente y el cerebro, y se atrofia”.

“Lo que potenciamos mucho es la parte manipulativa, porque vemos que cuando se hacen, los niños lo recuerdan lejano y les gusta volver a esa base”, asegura Valdueza.