Hablamos con Juan Antonio Iglesias Llamas, presidente de Alcer León, con motivo del Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos.

Alcer es la asociación para la lucha contra las enfermedades renales, y desde este organismo se había anunciado la instalación de unas mesas informativas para sensibilizar a la población sobre la importancia de donar órganos. La climatología no lo ha permitido, pero “tenemos pensado hacerlo a partir de la finalización de las jornadas del 18”.

El representante de este organismo asegura que “España está a la cabeza en donaciones y trasplantes de órganos, por lo que es muy importante concienciar a la población sobre ello”.
Señala que “en León, la gente ha demostrado ser generosa. Muchos se acercan a las mesas y directamente piden el carnet de donante de órganos sin ser informados, porque están concienciados”. Sin embargo, reconoce que en lo que respecta a la enfermedad renal “hay mucho desconocimiento”. Por eso, la asociación, entre sus funciones, aporta apoyo psicológico y también burocrático y de asesoramiento a los enfermos renales.

En el caso concreto de Alcer, la importancia de la donación de riñones radica en que “si llegas a tener un trasplante puedes hacer una vida casi normal, porque aunque sigues siendo enfermo renal crónico, la calidad de vida de un trasplantado es mayor”.

Iglesias apunta que “se está investigando sobre un riñón artificial o el uso de riñones de animales en personas, pero la realidad es que hoy en día, lo único que funciona es un trasplante entre personas humanas. La otra alternativa, que en riñones se puede, es hacer un trasplante vivo”.

La tasa de personas que están en tratamiento renal sustitutivo se sitúan en 1.387 por millón de población. “Estamos en el número 10 en motivos de muerte, y en 2040 podría llegar a ser el quinto motivo de muerte. Es un tema muy importante y es necesario ayudar a las personas, porque por desconocimiento no saben en muchos casos, como el mío, qué hacer”.

En lo que respecta a la diálisis, “uno de los problemas que hay es el transporte. Las ambulancias tienen que recoger a muchos pacientes, y tienen una ruta que puede tarde el doble de tiempo de lo que sería de normal el viaje. Y si estás en los lugares más alejados pueden pasar de las dos horas… Eso a mayores de las tres o cuatro horas que estás en la máquina”. El cambio, según Iglesias, es, una vez más, el trasplante.