Nuestra sección nos lleva hasta Astorga, “una ciudad fantástica” llena de anécdotas, que nos cuenta Emilio Guzzo
Este puente se celebraba el Beltane, un acto organizado por Astures y Romanos “para conmemorar la llegada del buen tiempo. Fue una sorpresa total, porque iba a conocer y disfrutar la ciudad y de repente me encontré en la Plaza Mayor, preciosa, con los maragatos en la torre del Ayuntamiento, con esta recreación relacionada con el origen romano de Astorga. En este acto se quema la figura del gigantón”. Durante el acto, este argentino cazurro pudo observar a un sinfín de astorganos ataviados para la ocasión.
Guzzo pudo visitar el Palacio de Gaudí, un monumento que “quita el aliento, que tiene muchas curiosidades que mucha gente no conoce, como que fue proyectado como reemplazo del antiguo palacio episcopal, que se quemó en 1886. En ese momento, el obispo Grau le pidió a Gaudí la nueva construcción. Para su construcción utilizaba materia prima de la zona, por eso está hecho en granito gris. Además, muchas de las zonas interiores están tal cual el arquitecto las diseñó”. Este edificio pertenece a la “etapa más gótica” de Gaudí. El edificio se empezó a construir en 1889, pero dos años después muere Grau, y las relaciones del genio modernista con el siguiente obispo de la Diócesis de Astorga no fueron las mejores, por lo que decidió dimitir. “De ahí que pasaran años sin terminarse. Algunos incluso afirman que iba a tener una planta extra, que finalmente no se hizo”.
Guzzo también se ha puesto al día de los orígenes astur-romanos de Astorga. “Tuve la oportunidad de visitar la plaza romana, que es de acceso público, situada en pleno centro, y ahí están los restos de una excavación”, que es la domus del mosaico del oso y los pájaros.
El argentino no se olvida de la imponente catedral, ni de la gastronomía, aunque todavía no ha probado el tradicional cocido maragato. “Las mantecadas…, el chocolate es buenísimo y fue algo que compré nada más llegar. Tengo pendiente de conocer el Museo del Chocolate”, pero eso será en el siguiente viaje que hará a la bimilenaria.
