Demonizado en las últimas décadas, el huevo vuelve a recuperar su lugar en la cocina

Emilio Blanco, especialista en nutrición y dietética, ha querido rendir un justo homenaje al huevo, uno de los alimentos más vilipendiados y demonizados a lo largo de las últimas décadas.

Nuestro colaborador lo califica como “alimento extraordinario”. Su maldición viene dada por el colesterol, aunque no hay ninguna relación directa entre la cantidad de huevos que se consumen y el colesterol en el torrente sanguíneo.
Pese a su mala fama, una persona sana puede tomar 5 huevos a la semana. Su clara está repleta de proteínas de alta calidad, en la yema encontramos grasas buenas, colesterol, hierro y vitaminas liposolubles. Incluso la cáscara puede consumirse después de ser tratada y resulta una interesante fuente de calcio ya que puede aportar 6,5 gramos por cáscara.
Tampoco a nivel calórico cuadra la maldición del huevo. Una unidad tiene tan solo 155 calorías. Si en vez de cocido lo cocinamos frito, ese nivel sube hasta las 200-250 calorías, pero no por el huevo en sí, sino por el aceite que le añadimos.
Los huevos tienen dos peligros: si se consumen crudos (hábito muy frecuente en deportistas), la clara tiene una proteína llamada avidina que bloquea las vitaminas H, B7 y B8, por lo que podemos acabar con un déficit de estas vitaminas. El segundo peligro está en su manipulación por la salmonela.
Fuera de estas dos cuestiones, el huevo es un alimento más que recomendable, presente en la dieta humana mucho antes de que el hombre comenzara a ingerir carne o pescado.
Aquí te dejamos una lista de recomendaciones para que puedas consumir huevos con total seguridad.

  • No debemos lavar los huevos si no los vamos a consumir inmediatamente para que el agua no traspase la cáscara porosa.
  • No se deben cascar los huevos en el mismo recipiente en el que los vamos a cocinar.
  • Tampoco se deben guardar en la huevera que está situada en la puerta de la nevera, ya que al abrir y cerrar el frigorífico, hay mucho cambio de temperatura; mejor si los dejamos en una de las bandejas interiores.
  • Para evitar que pierdan su forma y se deterioren lo menos posible, es recomendable guardarlos con el pico hacia abajo.
  • Los huevos resisten en la nevera hasta 28 días después de la puesta.
  • Las propiedades nutricionales son las mismas en huevos blancos y morenos.
  • El color de la yema depende directamente de la alimentación de la gallina.
  • En una comparativa entre huevos industriales y huevos caseros, algunas propiedades organolépticas como el sabor o el color cambian, pero a nivel nutricional son exactamente idénticos.