Android abarca un mercado de casi de alrededor del 80% de los dispositivos móviles vendidos a nivel mundial. Con esta cifra no es raro ni extraño que pueda ser uno de los objetivos más suculentos para aquellos amigos del software malicioso. Si bien es cierto que por lo general todas las apps que encontramos en Google Play pasan por unos filtros, se ha dado el caso en que algunas lo han hecho aunque no hayan perdurado mucho en la susodicha tienda online de apps. La política de apps de Google es muy laxa en este asunto. Es uno de sus atractivos y a la vez uno de sus puntos débiles.

 

Sin embargo uno de los puntos fuertes de Android es la posibilidad de instalar apps que no están presentes en la Google Play y esto, por otro lado, también puede suponer un punto flaco si no tenemos unos conocimientos básicos que nos permitan identificar aquellas aplicaciones que puedan suponer una amenaza para la seguridad de nuestros datos. En todo esto hay un punto de sentido común, de conocer y sospechar cuando descargamos ficheros, ejecutables y en general cualquier archivo cual es el origen. No es lo mismo descargarse el ejecutable de la versión de prueba más reciente de Whatsapp desde su página oficial, que hacerlo desde una web de dudosa fiablidad que en la mayoría de los casos salta a la vista por los contenidos, tipo de publicidad. Muchas veces podríamos decir que “huele” raro. Esto se aplica a cualquier aplicación, de cualquier dispositivo.

iOS por ejemplo lo tiene más complicado ya que para llevar a cabo la instalación de aplicaciones de manera externa a la App Store es necesario aplicar el “jailbreak” al dispositivo. Así pues la gran mayoría de los usuarios no tendrán problemas ya que directamente no podrán instalar apps peligrosas, se mueven en un ecosistema controlado. De hecho los filtros de Apple en su tienda online son bastante severos y es difícil por no decir casi imposible que se cuele algo “turbio”.

Volviendo a Android existe otro asunto también que es el de los permisos que concedemos a la aplicaciones. La mayoría de las veces no nos detenemos a estudiar a qué funciones va a tener acceso la APP que instalamos pero podríamos sorprendernos.

Por ejemplo la APP de linterna “Linterna molona” que estafó a medio millón de personas a lo largo de 2014. Llama la atención que una app de esta naturaleza necesite acceso a mansajes SMS y a nuestros números de teléfono además de a publicar contenido en nuestras redes sociales. Ya de primeras “huele” muy mal, pero por lo general esto nadie se para a mirarlo, aceptamos todo ciegamente durante el proceso de instalación. Luego nos estafan 35 euros y nos quejamos con todo lo complicado que resulta penar legalmente esto tras haber aceptado tácitamente las condiciones de uso. Aquí está una publicación en profundidad en el blog de “Un informático en el lado del mal” sobre este asunto. Muy recomendable.

Aun así y con todo esto que hemos repasado disponemos de otras aplicaciones que nos alertan del software malicioso instalado en el dispositivo. Casí todos los antivirus disponen de esta función pero existe alguna herramienta específica para esta función. Repasamos un par de ellas.

CONAN MOBILE

conanEmpezamos por una app gratuita, desarrollada en España nada más y nada menos que por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) para la Oficina de Seguridad del Internauta. Esta app realiza un estudio de la seguridad de nuestro dispositivo a todos los niveles Y nos proporciona un estado del riesgo en que se encuentra en tres niveles (riesgo, Pendiente, Ok).

Para ello analiza la configuración tanto de los ajustes del dispositivo como de redes inalámbricas inseguras a las que nos podamos conectar o dispositivos bluetooth con los que estamos enlazados.

Así mismo estudia la peligrosidad de las aplicaciones instaladas cotejándola con una base de datos actualizada constantemente. Esta base de datos se construye a partir de los resultados de varios antivirus por lo que es muy aceptable el resultado que proporciona.

También muestra un resultado de analizar los permisos que estas aplicaciones usan de acuerdo a un baremos establecido por Google.

Y por último muestra de forma pro-activa mediante notificaciones en la barra de estado todo aquello relacionado con posibles violaciones de la seguridad del dispositivo, riesgo en nuevas aplicaciones instaladas, redes inalámbricas no fiables, modificación de archivos críticos del sistema.

Puedes descargarla desde la Google Play aquí

Clueful

cluefulEl funcionamiento es similar y nos ayuda a obtener información sobre la actividad interna de las aplicaciones que tenemos instaladas en nuestro gadget (conexiónes a internet, accesos a la agenda o redes sociales…)

Nos  alerta de si las aplicaciones envían información de a los desarrolladores sobre cómo usas la app. Si estos datos están cifrados, si registra tus publicaciones e incorpora una base de datos con valoraciones y opiniones de las aplicaciones.

Descargala para Android aquí. Existe una versión Pro también, pero de pago. 

Para iOS existe una versión estilo Webapp, no aplicación nativa. Aquí.

MyPermissions

mypermissionsMyPermissions te informa en tiempo real y de forma actualizada de las aplicaciones que acceden a tus datos. Como es una app muy  ligera y clara es muy recomendable.

Con una sola pulsación permite revocar los permisos a los que acceda en un momento determinado ena aplicación instalada en tu móvil.

Disponible para Android 

Y también para iOS.

LEO Privacy guard

leonprivacityEs la más descargada. Está solo en inglés y dispone de funciones similares a las citadas anteriormente pero además permite establecer perfiles de manera que podamos activar unas opciones de seguridad y privacidad según estemos en la oficina o en casa por ejemplo. O bien bloquear funciones según parámetros de hora y posición lo cual puede resultar muy útil.

También incluye herramientas para gestionar los datos y la batería de una manera más eficiente.

Está disponible para Android

Desdeluego hay otras pero estás nos han resultado las más interesantes.

Recuerda que como usuario debes ser parte activa en la mejora de la seguridad. El usuario responsable es el mejor antivirus y el mejor filtro que existe.