La velocidades de vértigo disponibles en cualquier sitio

Cuando hablamos de 4G, también conocida como LTE, nos referimos a la cuarta generación de tecnologías aplicadas a la telefonía móvil. Este estándar promete unas velocidades de 100 Mb/s de descarga y hasta 50 Mb/s en subida de datos. Para la creación e instalación de el 4G existe un comité que se encarga de definir estas generaciones llamado: IMT-Advanced, y es el responsable de construir las características de cada generación ‘G’.

Las grandes operadoras de telefonía se están aplicando en la instalación de la tecnología necesaria para ofrecer cobertura 4G cuanto antes y, si todo marcha según lo previsto, vamos a tener más velocidad de conexión en nuestro móvil que en casa. No sabemos muy bien cuál será la ventaja de disponer de una linea de teléfono doméstica a partir de este punto. Lo divertido será que tendremos a nuestra disposición acceso a la información en (casi) tiempo real, entrar en la Realidad aumentada o hacer llamadas gratis a través de VoIP. ¡Bienvenidos a una nueva revolución tecnológica! 

Es posible consultar los mapas de cobertura de los principales operadores de telefonía desde la web:

  • Vodafone
  • Movistar
  • Orange
  • Para conocer la cobertura del resto de operadores (OMV) compruebe si depende de uno de los tres anteriores.

Hasta el momento parece que son todo ventajas, pero como ‘Consumidores 2.0’ deberíamos disponer también de los contras que supone el incluir en nuestra vida el 4G. 

En primer lugar, el ser humano no ha sido creado para interactuar con radiaciones durante mucho tiempo. Así, los investigadores de la Universidad de California han demostrado que la exposición prolongada a la radiación de un teléfono 4G afecta negativamente nuestra actividad neuronal. Tras someter a 18 participantes a exposiciones de 30 minutos comprobaron que las microondas afectaban tanto a las regiones del cerebro más cercanas como a las más lejanas al dispositivo. Que se te calientan las neuronas, vaya. 

 Foto: stopsmartmeters.org.uk

Las conclusiones del estudio dan miedo. Su uso prolongado puede provocar aumento en el número de tumores en cabeza y cuello, disminución de la calidad del esperma y arritmias. En el caso de los niños puede ser peor.

Pero ya desde el punto de vista económico el 4G platea otras dudas, porque resulta que ahora va a interferir en las emisiones de algunos de los canales TDT. Así que a pesar de que el Ministerio de Industria cuenta con expertos, consejeros y técnicos implantaron las señales de la TDT en frecuencias que sabían que iba a ocupar el 4G. En lugar de actuar con previsión, reservando esas frecuencias para la tecnología que estaba por llegar se implantó la TDT bajo el método ‘con un par y ya veremos’. La consecuencia es evidente, los usuarios deben resintonizar sus receptores o cambiar el amplificador de su edificio, o ambas. Se estima que hay más de un millón de edificios residenciales afectados. Según OCU, el coste de adaptarse al cambio del cambio puede suponer hasta 500 euros por edificio. El Gobierno ha anunciado ayudas a las comunidades de propietarios que se concretarán en un Real Decreto. 

No todo el mundo está obligado a hacer el cambio, las viviendas con amplificadores de banda ancha no requieren adaptación. Consulte a su antenista de confianza.

Somos nosotros los que como seres racionales debemos usar la tecnología con cabeza.

Como consumidor no se plantea ninguna elección sobre si quieres o no quieres 4G, sencillamente es inevitable. El futuro, el progreso o como quieras llamarlo está a la vuelta de la esquina y promete ser fabuloso. Tendremos a nuestra disposición toda la información a velocidades de vértigo y nuestra calidad de vida se verá afectada. 

Fuentes: