Hablamos con el socorrista del Ayuntamiento de León, José Manuel Díez, para comentar la petición que han hecho a Sanidad para que cambie la normativa sobre el uso de las piscinas

Quedan pocos días para el inicio de la campaña estival. El papel de los socorristas de las piscinas es fundamental. El colectivo lleva tiempo solicitando que se actualice la normativa, con respeto a la profesión y a la gestión de esos espacios comunes. Hace tres décadas que no ser regula, por eso han iniciado una recogida de firmas, que se han enviado a Sanidad junto con una propuesta de 15 iniciativas, según Díez, para o intentar mejorar la normativa de la comunidad. En ello han participado 220 profesionales y el objetivo es trasladar los “problemas reales que existen las instalaciones acuáticas y espacios acuáticos naturales”.

La propuesta está enfocada en dos campos. Por un lado, la normativa de instalaciones acuáticas y por el otro una nueva normativa para los espacios acuáticos naturales como playas fluviales…

Según el informe de la Real Federación Española de Salvamento y Socorristas, de aproximadamente 250 que hay en total en año, un 75-80% de los ahogamientos se producen en zonas no vigiladas. Por eso hay que “poner medidas preventivas y un sistema de salvamento y socorrismo”. El caso es curioso, sobre todo porque, según el profesional, “estos espacios están teniendo incluso más gente que las piscinas municipales”.

Díez señala, asimismo, que “hay salidas y da prestigio a las instalaciones”.

La regulación de esos espacios viene, actualmente, de la mano de la Directiva Europea de 2007, que contempla la calidad de aguas y también alude a la prevención, pero sin mencionar la figura del socorrista.

En lo que respecta a las instalaciones acuáticas vigiladas, destaca la necesidad de reducir el ratio de usuarios por cada profesional.