CEAPA encabeza esta iniciativa sin deberes durante los fines de semana de noviembre

La primera huelga de deberes se celebró en Francia. Es un tema polémico que afecta también a las familias españolas. La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) han iniciado su propia campaña en la que reivindican fines de semana sin deberes para que los escolares puedan tener más tiempo libre.

 De momento, esta huelga de deberes porpuesta por CEAPA se desarrolla durante los fines de semana de noviembre. El objetivo no es otro que los profesores se sumen a ella y, entre todos, tratar de que los escolares puedan disponer de su tiempo el fin de semana para realizar actividades en familia, algunas de ellas culturales, en lugar de dedicarlo a la realización de deberes.

Nuestra colaboradora, Marta Herreras, especialista en psicología clínica, nos ayuda a abrir nuevos enfoques sobre esta problemática: “creo que es innecesario llegar a un parón los fines de semana y no veo conveniente dirigir a los niños hacia la idea de que tienen que ponerse en huelga y enfrentarles con sus centros escolares; está claro que el problema de nuestros horarios y la conciliación está ahí y que hay que abordarlo, pero yo quiero hacer un llamamiento a la calma y a la sensatez”.

cartel noviembre sin deberes
Pero la cuestión es que los deberes siguen siendo el quebradero de cabeza de padres e hijos, pero ¿sirven para algo? Marta Herreras hace algunas distinciones: “no hay que tomar los deberes como una obligación, sino que deben atenerse al sentido común porque deberían ajustarse a la edad del niño, a su jornada escolar, al tipo de trabajos y al tiempo medio que debería llevar hacerlos. Yo soy partidaria de los deberes a partir de los 6 años siempre y cuando se pauten siguiendo el sentido común y que el niño pueda llegar a casa después del colegio y de las extraescolares tenga un respiro para sí mismo. Es importante que, además de deberes, tenga tiempo para jugar un rato, leer un poco, estar tranquilo, pasar parte del a jornada con sus hermanos y tener un tiempo de esparcimiento. Para esa edad recomendaría una tarea escolar para hacer en casa que no les ocupe mucho más allá de 10 minutos”.
Los horarios de los padres influyen en los de los hijos y es complicado conciliar. “Si los adultos somos capaces de organizarnos y ayudamos a los hijos a gestionar su tiempo, la situación puede mejorar y no tendremos esa sensación de que no nos llegan las horas del día. Hay que organizar un tiempo para cada actividad y que los niños lo tengan establecido a modo de rutina”.
Sobre si los padres deben hacer los deberes con los hijos o no, lo ideal es “no pecar ni por exceso ni por defecto. Los padres debemos crearles un ambiente, un lugar adecuado para el estudio, y ser una guía para dirigir ese estudio sin intervenir, ayudándoles en el antes y el después, pero no en el durante; es decir, ayudarles a planificar sus deberes y revisárselos al finalizar”.
Los niños deben aprender a crear hábitos de autonomía y de estudio y así irán responsabilizándose, ese, además de repasar los conocimientos que se han impartido en clase, es el objetivo final de los deberes.