Niños y adultos vuelven a la rutina y algunos comportamientos pueden ser un problema 

Niños felices con sus compañeros de clase contrastan con la estampa de lágrimas y pataletas a la puerta del colegio. En la adaptación al curso hay de todo, desde niños a los que les ilusiona elnuevo curso y lo acogen de forma positiva, a otros a los que la simple idea de volver a las aulas se les hace cuesta arriba. Con la llegada de septiembre empieza todo, y el inicio del curso escolar es irrenunciable. ¿Existen trucos que permitan acelerar la adaptación?

No hay motivos para alarmarse si los hijos rechazan la vuelta al cole. Nos lo cuenta Marta Herreras, especialista en psicología clínica https://www.facebook.com/martaherrerasmo “nos pasamos la vida encajando cambios en las distintas etapas evolutivas de la vida y también en el día a día, en el que van sucediendo cosas a las que debemos adaptarnos”.

vuelta al cole marta

En los inicios de la vida educativa, sobre todo durante la guardería o el primer año de colegio, el cambio de vida es muy duro para los niños y es normal que reaccionen mal, pero cuando ese comportamiento se repite en niños de más edad, Marta Herreras cree que “puede ser una señal de alarma, siempre y cuando no se trate únicamente de un rechazo temporal tras las vacaciones de verano; a fin de cuentas, a los adultos también nos cuesta adaptarnos a la rutina laboral después del parón estival”.

Para los padres, la vuelta al cole también es un cambio importante. En numerosos centros escolaresse organizan jornadas de adaptación que, según nuestra psicóloga “son tremendamente exagerados porque los niños, incluso los más chiquitos, en los primeros tres o cuatro días de clase ya se han adaptado perfectamente, porque además ellos demandan rutinas; por eso creo que esos centros en los que el proceso de adaptación dura tres semanas al final se acaba convirtiendo en una locura para los niños, y para los padres ni te cuento”.

¿Cuándo debemos alarmarnos si los hijos rechazan la vuelta a la rutina? “La luz roja se debería encender cuando no es esperable ese rechazo tan frontal para la edad del niño, o cuando hay quejas específicas que se repiten con frecuencia y que en ocasiones duran todo el día. En ese punto, lo ideal sería que los padres se sentaran con su hijo para tratar de averiguar exactamente cuál es el motivo de esa negatividad porque dependiendo del motivo del rechazo habrá una solución u otra”.

Marta Herreras nos da algunas pautas para identificar los orígenes de este conflicto porque si la causa del rechazo es simplemente porque sí, porque el menor estaba más a gusto de vacaciones, la única posibilidad es sobrellevarlo lo mejor posible y hacer entender al hijo que el colegio es su realidad y que forma parte de sus responsabilidades, pero este motivo no supone ningún conflicto preocupante.

Los padres juegan un papel primordial en la vuelta al cole porque a ellos también se les puede hacer duro. Deben ser cuidadosos y procurar “no hacer críticas al sistema educativo, al centro escolar, a los profesores cuando los niños estén cerca, porque les transmitimos esa negatividad”.

Al final, los niños son esponjas, “mimetizan los comportamientos y actitudes de los adultos, así que su proceso de adaptación a la vuelta al cole será más fácil y rápido si en casa se respira calma y positivismo ante el inicio inminente del curso escolar”.